Otro hombre con el rostro cubierto se apoderó de 400 euros en un bar de la ciudad tras intimidar con un cuchillo a la dueña

Dos encapuchados con pistola roban 3.000 euros en un almacén de Verín

María Teresa Méndez explica como abrió la caja registradora, tras ser amenazada por el ladrón. (Foto:  JAINER BARROS)
Dos negocios de la provincia fueron asaltados ayer en menos de seis horas. En sendos casos, los ladrones actuaron encapuchados y armados, unos con pistola y el otro con un cuchillo.
El primero de los atracos se produjo pasadas las 08.30 horas en el bar Dante, situado en la calle Río Avia del barrio ourensano de A Ponte, donde un encapuchado armado con un cuchillo se apoderó de 400 euros. Sobre las 14.00 horas, otros dos hombres encapuchados entraban armados con pistolas en el almacén de alimentación Cahs Record, situado en la carretera de Laza de Verín, apoderándose de más de 3.000 euros. En este caso, los ladrones actuaron con rapidez, después de esperar a que salieran todos los clientes para entrar en el negocio, en el que había tres trabajadores. Nada más cruzar las puertas, según fuentes de la Guardia Civil, esgrimieron las pistolas al tiempo que alertaban a los empleados de que no hicieran ningún movimiento y dejaran sus teléfonos móviles sobre la mesa.

Acto seguido apagaron las luces e indicaron a los trabajadores que se dirigieran hacia la parte destinada a oficinas, donde buscaron una sala que estaba aislada y los encerraron. Después se fueron a las cajas fuertes y registradora, en las que se apoderaron, según dio a conocer el instituto armado, de unos 3.000 euros. La empresa, que declinó pronunciarse sobre el asalto, hacía ayer recuento para concretar la cantidad sustraída y si, además, robaron mercancía.

Los trabajadores lograron salir de la sala y alertaron a la Guardia Civil, que estableció un amplio dispositivo en toda la comarca de Monterrei con el objetivo de detener a los ladrones, pero la vigilancia aún no dio fruto.


TIRÓ CON EL CUCHILLO

El asaltante del bar Dante también esperó a que la dueña estuviera sola, sin clientes. Tras intimidarla con el cuchillo le indicó que le entregara el dinero que había en la caja registradora, alrededor de 400 euros, sumando las monedas que tenía para los cambios y la recaudación del día anterior. El ladrón abandonó el lugar corriendo y un viandante le vio arrojar un objeto hacia la maleza de un descampado que hay en la zona.

La Policía Científica realizó una inspección ocular en local con el objetivo de hallar huellas que permitan identificar al asaltante. Los agentes solicitaron la colaboración de los bomberos para desbrozar todo el descampado, donde al mediodía encontraban el cuchillo.

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