Instituciones y sociedad ourensana participaron en una cena de apoyo a Anasbabi
El Liceo se convirtió ayer en un torrente de solidaridad con las personas que sufren enfermedades raras. Las instalaciones acogieron una cena benéfica que organizó la Asociación Anasbabi Ciliopatías con motivo del Día internacional de las enfermedades raras. Y ninguna institución faltó a la cita. Pero no eran los únicos, dado que entre políticos, profesionales de la medicina, farmacéuticos y personajes del mudo de la cultura, entre otros, se mezclaban personas anónimas, parte de ellas enfermas que se desplazaron desde Madrid y Murcia.
En la boca de todos, la palabra solidaridad, al entender que es necesario que se siga investigando cada uno de los males para, primero un diagnóstico, y después el correspondiente tratamiento.
Pero mientras esto no llega, es fundamental el apoyo tanto facultativo como psicológico e incluso familiar, porque "una persona que sufre una enfermedad rara es un auténtico héroe enfrentándose a su vida diaria", afirman desde la organización.
La iniciativa comenzó pasadas las nueve de la noche con un cóctel y, posteriormente, la presentación del nuevo formato de la web que va a poner en marcha Anasbabi Ciliopatías para despertar más interés tanto en la sociedad como en los profesionales y enfermos. Después llegó la cena, tras la que se entregaron los primeros premios del colectivo, bautizados con el nombre de Babi 2018.
En esta ocasión, los galardonados fueron el Colegio de Farmacéuticos de Ourense, por su labor con los enfermos; el doctor y jefe del Servicio de Nefrología del CHUO, Afonso Otero, por su trabajo en este campo, y el grupo La Región, por dar visibilidad a la propia enfermedad y a los colectivos que trabajan con los enfermos.
