Francisco Hermida Estévez aceptó una condena de conformidad tras reconocer que entró en la vivienda de una vecina de Ribadavia, en plena noche, rompiendo un ventana, con intención de abusar sexualmente de su moradora. No consiguió su propósito porque los gritos de la víctima lo ahuyentaron.
Por el allanamiento de morada será condenado a 12 meses multa (cinco euros al día) y por la tentativa de abusos, cuatro meses y medio más (con cuota de cinco euros). Los hechos ocurrieron el cuatro de septiembre de 2001. El inculpado llegó a entrar a la habitación en donde dormía la inquilina de la casa y le tocó una pierna mientras procedió a tocarse los genitales.
