La primera jornada de paros parciales en el transporte urbano de Ourense no tuvo un especial impacto en la actividad del servicio, según reconocen desde el comité de empresa, que señala que el objetivo de esta medida es "dar un aviso de que imos en serio e facer o menor dano posible", aunque puntualizando que si continúan sin obtener una respuesta satisfactoria en la negociación del convenio colectivo, la huelga indefinida prevista para el 15 de enero no tendrá marcha atrás.
Los representantes de los trabajadores critican también los "abusivos servizos mínimos" decretados por el Concello al fijar un autobús por línea durante las franjas de dos horas que duran los paros. Así, también se pusieron en contacto con el teniente de alcalde, Armando Ojea, que se comprometió a "mover ficha".
Desde el comité de empresa mantienen que sus demandas son "perfectamente asumibles", centrándose en una subida salarial del 1%, la regulación de los descansos o la elección de las vacaciones en la época estival.
