Camilo Rodríguez quería hacer una reforma en su casa, cambiar los muebles de la cocina y el salón, pero consiguió -según su versión- que un extraño entrase en su vivienda y le llegara a estafar 500 euros.
Navegando en internet, le saltó un anuncio en una red social en el que una empresa de carpintería, “Wasi reformas”, ilustraba lo que estaba buscando. Con un click entró en una página web de apariencia profesional. En la portada, tres imágenes de una cocina, un baño y un salón, muestran una vivienda acondicionada, bien puesta. Sin embargo, basta un rastreo simple de la fotografía para comprobar que todas ellas son imágenes de recurso, empleadas por medios de comunicación u otras empresas del sector.
Sin percatarse de esto, Camilo se puso en contacto con la “empresa” a través de la página de contacto. Un hombre le llamó por teléfono y preguntó qué día y hora tendría mayor disponibilidad para visitar su vivienda y concretar la obra y los materiales.
Un joven de 34 años apareció en su casa, según la información aportada por la perjudicada, para hacer lo que habían acordado: evaluar los materiales y las obras necesarias para ejecutar la reforma que solicitó Camilo. Además, el supuesto carpintero no tuvo reparo en aportarle una foto de su DNI.
Tras ello, acordaron que el gasto total sería de 800 euros y que Camilo debería abonar por adelantado 500 en una cuenta bancaria. Hasta este momento, todo parecía lícito para la afectada: es común adelantar el ingreso y todos los documentos estaban en orden. Sin embargo, una vez que Camilo aportó el justificante de pago, empezó a enrarecerse el negocio.
El responsable de “Wasi reformas” comenzó a darle largas, dejó de cogerle el teléfono y de contestarle a los whatsapps. Era imposible establecer contacto, desde principios de septiembre la línea telefónica estuvo cortada.
Camilo comenzó a sospechar que podría tratarse de una estafa y buscó en internet. Al poco, encontró varios usuarios que también se vieron afectados, con pérdidas de 800 euros o similares.
Ya en noviembre y decidida a denunciar, la víctima contactó una vez más con el presunto falso carpintero. Le solicitó que le devolviese su dinero y el responsable de “Wasi” le dijo que lo haría. El reembolso nunca ocurrió por lo que Camilo acudió a denunciar a la Policía Nacional.
Un local vacío
La víctima de la estafa también trató de mantener una conversación personal con el carpintero por lo que acudió a la ubicación que figuraba en su página web. Encontró, sin embargo, un local vacío y cerrado, inexistente.
Durante el mismo periodo de tiempo, la Policía Nacional registró varios casos semejantes en Vigo y su comarca. Al menos una docena de personas perdieron hasta 12.000 euros. Según la afectada en Ourense, ella misma pudo contactar también con cuatro víctimas de la empresa en Ourense.
