La estatua de Pedrayo vuelve al casco viejo

Tras casi mes y medio de reparaciones en el taller del escultor ourensano Manuel Buciños, la estatua que rinde homenaje al escritor Ramón Otero Pedrayo volvió ayer a lucir en la Praza do Correxidor.
La restauración de la escultura de bronce instalada sobre un pedestal de piedra fue una iniciativa del propio autor, al considerar que estaba demasiado deteriorada por el paso del tiempo, además de sufrir alguna pequeña colisión lateral producida por los camiones de recogida de basura, pintadas e, incluso, la marca de un proyectil, según explica el escultor. Buciños también puso especial hincapié en la reparación de la base de la estatua, que se encontraba ligeramente desplazada, para 'evitar males mayores', ya que había un alto riesgo de que la figura se precipitase sobre el suelo.

La escultura fue realizada por el artista ourensano en el año 1985, ubicándose en un primer momento en la Alameda y, hasta este momento, todavía no había sido restaurada.

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