Rómulo es uno de los sobrinos de Edilma Martines, la brasileña de 50 años fallecida en el incendio. Este veinteañero vive en Brasil, pero residió durante un año en Ourense con su tía cuando aún era adolescente. Hablaron horas antes del trágico suceso, el viernes por la noche a través de videollamada: “Ella siempre pensaba más en los demás que en sí misma. Estuvimos hablando de cómo organizar todo para que yo volviera a Ourense. Yo quería ir a la universidad, conseguir un trabajo y formar una familia. Ahora no tengo ganas de nada”, explica desde Itacamará (Pernambuco, Brasil). Edilma no tuvo hijos, sí sobrinos. La madre sigue viva. “Mi abuela se enteró ayer, está desolada y solo quiere traer el cuerpo de su hija pronto para hacer un funeral digno”, explica Rómulo. En este sentido, urgen ayuda para poder repatriar el cuerpo aunque, con la investigación sin concluir, todavía no pueden.
Paula Santos, una prima de Edilma, reside en Ourense. “Estuve con ella hace una semana. Me preguntó por material para aprender a hacer uñas y estética. Quería formarse con más cursos y hacer su vida aquí de nuevo. No nos creemos que haya ocurrido esto”, explica.
Rómulo quería volver a Ourense para hacer un doctorado sobre patrimonio cultural. “Mi tía me enseñó el mundo, los mapas. Desde que nací, siempre me cuidó”, apunta el sobrino. A Edilma le gustaba descubrir nuevas culturas. “Me enviaba cartas desde España y siempre decía que quería que viviera otra realidad diferente a la mía. En 2009 me llevó de vacaciones para conocer y ver si me adaptaba al lugar. En 2011 ya me llevó a vivir a Ourense con ella pero solo estuvimos un año, se volvió porque quería cuidar a mi abuela”. Rómulo está acabando los estudios de Geografía y entre sus planes estaba regresar a Ourense, 10 años después, para seguir estudiando y construir una vida junto a su tía. “Me gustaba mucho España, siempre fue un sueño compartido con ella”.
