Los 24.232 inscritos en las listas del paro de la provincia (según los últimos datos de febrero) acuden cada día en busca de trabajo en las oficinas de desempleo. Automoción, construcción y textil son los sectores más castigados, aunque también las pequeñas y medianas empresas acusan los efectos de una crisis a la que nadie en la provincia se aventura a poner una fecha de finalización.
Llevaba 12 años con un contrato indefinido en una empresa de 15 trabajadores. En noviembre comenzó a caer el volumen de ventas de una forma exagerada y la empresa tuvo que empezar a liquidar personal. Soy auxiliar administrativo, tengo dos niños, de siete y dos años, y busco cursos e información para convertirme en autónomo. Testimonios como el de María (nombre ficticio, pues esta joven de 33 años no quiere implicar a su empresa, ya que confía en la readmisión una vez superada la crisis) se ven en las oficinas de empleo de la ciudad a diario.
María habla de su situación pero también se pone en la piel de los empresarios, sobre todo de aquellos que regentan pymes: El volumen de devoluciones y de morosidad están ahogando a las pequeñas empresas -dice- y las tantas veces anunciadas ayudas del Institituto de Crédito Oficial (ICO) exigen muchísimos trámites que ralentizan la liquidez. María apunta además un dato muy significativo: una empresa de 15 empleados que en febrero de 2008 facturaba 180.000 euros, un año después facturó 60.000 euros, tres veces menos. Así no me extraña que nos tengan que echar a la calle, dice.
Aunque la subida del paro se contuvo en febrero (se incrementó en 211 varones y cinco mujeres, alcanzando los 24.232 inscritos), y así lo constatan en las oficinas del Inem, donde aseguran que la época más dura se vivió entre noviembre y enero, las previsiones no son demasiado halagüeñas. De hecho, los sindicatos alertan de que en lo que va de año se produjeron ya 300 expedientes de regulación de empleo (ERE), 44 menos que en el total del pasado ejercicio.
María habla de su situación pero también se pone en la piel de los empresarios, sobre todo de aquellos que regentan pymes: El volumen de devoluciones y de morosidad están ahogando a las pequeñas empresas -dice- y las tantas veces anunciadas ayudas del Institituto de Crédito Oficial (ICO) exigen muchísimos trámites que ralentizan la liquidez. María apunta además un dato muy significativo: una empresa de 15 empleados que en febrero de 2008 facturaba 180.000 euros, un año después facturó 60.000 euros, tres veces menos. Así no me extraña que nos tengan que echar a la calle, dice.
Aunque la subida del paro se contuvo en febrero (se incrementó en 211 varones y cinco mujeres, alcanzando los 24.232 inscritos), y así lo constatan en las oficinas del Inem, donde aseguran que la época más dura se vivió entre noviembre y enero, las previsiones no son demasiado halagüeñas. De hecho, los sindicatos alertan de que en lo que va de año se produjeron ya 300 expedientes de regulación de empleo (ERE), 44 menos que en el total del pasado ejercicio.
