El Centro Comercial de La Región y el bar Cruceiro repartieron una importante cantidad del 32.366

Un extra para turrón o para el abrigo de pieles

Tres trabajadores del centro comercial La Región muestran el boleto con el que acariciaron el Gordo. (Foto: Xesús Fariñas)
Los casi cuatro millones de euros que repartió la Administración número 8 de la ciudad dejó a más de un millar de personas con un extra monetario en el bolsillo. Entre los afortunados, figuran numerosos clientes de La Región.
Hay personas a las que el entusiasmo les medra muy dentro de sí, por eso les cuesta arrancar esa emoción hasta cuando les toca la Lotería. Aunque sea un pellizco extra de esos que dan para algún capricho y no te comprometen. Entre aquellos que adquirieron el 32.366, probablemente más de un millar de personas diferentes, hubo reacciones que pasaron por la sonrisa, la media sonrisa y hasta la indiferencia total.

Y si la vehemencia lotera tuviera género, este sin duda sería femenino. Concha López, nada más saberse ganadora de 2.000 euros, sonreía y gesticulaba de alegría, para eso, según reconocía, era la primera vez que le tocaba algo. Estaba tomando el tentempié de media mañana cuando le comentó a unas amigas de café que tenía un décimo con el número posterior al Gordo. Un enterado enseguida se apresuró a informarle que tanta coincidencia tenía premio. Así fue como se acercó hasta la administración de la avenida de la Habana y no desperdició falsa modestia en esconderse de las cámaras de televisión y los flases. Estaba alegre y así lo demostró a los demás. El dinero, según comentaba después, le servirá para afrontar la crisis, pero también para darse un capricho en forma de ‘chaquetón de pieles’.

Los escurridizos

Pero también hubo agraciados escurridizos, que prefirieron el anonimato. Este es el caso de un joven al que no le dolieron prendas en reconocer que había tentado a la suerte con 34 décimos (un gasto de 680 euros) cuyos número llevaba dispuestos en un folio a dos columnas. Sus únicas palabras pasaron por un escueto ‘por lo menos no perdí dinero’.

O personas que como Antonio Albán de Prado (78 años) el dinero le permitirá una navidades con extras gastronómicos. ‘Gastareino nun turronciño’, dice con sonrisa pícara.

No muy lejos de la avenida de La Habana, en la céntrica calle Paseo, también se festejaba el 32.366. La clientela del Centro Comercial El Paseo, de La Región, se quedó a un número del Gordo y resultó agraciada con 100 euros por participación al incluir en los 10 números que juega el posterior al Gordo. En total, los boletos de lotería de este diario repartieron 360.000 euros, entre los que cabe contar a clientes y trabajadores. A última hora estaba pendiente de confirmar oficialmente la posibilidad de una pedrea.

A ocho kilómetros de la ciudad, los habituales del bar Cruceiro, sobre todo mujeres, no cabían en sí de gozo. ‘No sé aún en que gastar el dinero, pero seguramente irá para las vacaciones de verano’, comentaba Nuria Losada, una simpática camarera vestida de Papá Noel.

A su lado, un cliente de los de siempre con cinco décimos, a los que, ya de paso, suma la cesta de navidad del bar. La suerte a veces se sirve dos veces.

LA ANÉCDOTA

26 años apostando por el 6

El hostelero Luis Blanco Rodríguez repartió 2.300.000 euros en el bar que regenta en el Polígono de San Cibrán das Viñas. Compró la nada desdeñable cantidad de 1.150 euros, todos iguales, porque le gusta el 6. ‘LLevo 26 años adquiriendo lotería para el bar y siempre acabada en ese número; me gusta’, relata Blanco a modo de anécdota.

La empleada Nuria Losada también tiene otra. Según dice, la convenció un cliente de que comprara algún décimo del 32.366 porque tenía un pálpito. Ella se resistió, pero al cuarto día sucumbió. Ahora, dice que sólo le debe agradecimiento.

En este bar, ubicado en la calle principal de la localidad de Reboredo, ayer eran multitud los clientes con un pellizco navideño ya que el más y el que menos había desembolsado los 20 euros del décimo.

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