La cultura vuelve a estar de luto en Ourense después de que el mundo de la pintura perdiera ayer a otro de sus exponentes, Manuel Zapata, que falleció en la ciudad a los 55 años. Aunque no era ourensano de nacimiento -nació en A Coruña aunque de joven se trasladó a Ferrol-, Zapata estuvo muy vinculado a la ciudad y, más especialmente, al Casco Histórico en donde tuvo uno de sus talleres. Sus familiares y amigos lo despedirán esta tarde, a las cinco, en la parroquia de San Pedro de Líncora (Chantada, Lugo), de donde procedía su familia materna.
Zapata era un pintor 'con un estilo muy personal, muy reconocible, que se identificaba inmediatamente. Tener un estilo propio es muy importante para un artista', recordaba ayer el director del Centro Cultural de la Diputación, Francisco González, quien también destacó el lado más humano del fallecido. 'Tenía una generosidad y una humanidad tan grande como su estatura. Falleció muy joven, es una gran pérdida', concluía González.
Pintor de gaiteiros, pero también de cuerpos desnudos, de vino y música -a través de instrumentos musicales-, Zapata buscaba plasmar en sus obras la alegría de la gente a la que representaba. Fue también, junto a Anselmo Iglesias y César Prada, uno de los pintores que proyectaron pintar las diversas caras de la montaña que está en la autovía, en Eirasvedras, proyecto que finalmente nunca llegó a materializarse.
En la ciudad, donde dio clases en dos centros, expuso sus obras en el Museo Municipal y también en el Centro Cultural de la Diputación, aunque en su trayectoria vital no faltaron experiencias en el extranjero, como el viaje en coche que realizó a China o, ya en 2000, cuando fue a Venezuela durante medio año para realizar un mural en Isla Margarita, entre otras.
'UN GRANDE HOME'
La concejala de Cultura, Isabel Pérez, lamentaba ayer su fallecimiento y destacaba su vinculación con Ourense. 'Era un grande home, tanto fisicamente como na súa pintura, que tiña influencias claras de artistas como Virxilio, finado tamén recentemente', señaló la también teniente de alcalde de la ciudad.
Pintor de gaiteiros, pero también de cuerpos desnudos, de vino y música -a través de instrumentos musicales-, Zapata buscaba plasmar en sus obras la alegría de la gente a la que representaba. Fue también, junto a Anselmo Iglesias y César Prada, uno de los pintores que proyectaron pintar las diversas caras de la montaña que está en la autovía, en Eirasvedras, proyecto que finalmente nunca llegó a materializarse.
En la ciudad, donde dio clases en dos centros, expuso sus obras en el Museo Municipal y también en el Centro Cultural de la Diputación, aunque en su trayectoria vital no faltaron experiencias en el extranjero, como el viaje en coche que realizó a China o, ya en 2000, cuando fue a Venezuela durante medio año para realizar un mural en Isla Margarita, entre otras.
'UN GRANDE HOME'
La concejala de Cultura, Isabel Pérez, lamentaba ayer su fallecimiento y destacaba su vinculación con Ourense. 'Era un grande home, tanto fisicamente como na súa pintura, que tiña influencias claras de artistas como Virxilio, finado tamén recentemente', señaló la también teniente de alcalde de la ciudad.
