'El Segoviano', condenado a 25 años de cárcel, estaba considerado como un preso peligroso

Fallece en su celda uno de los dos asesinos de As Estivadas

García Nieto, en el juicio que se desarrolló en 2004. (Foto: XESÚS FARIÑAS)
Los funcionarios de la cárcel de Pereiro encargados del recuento de primera hora de la mañana hallaron sin vida a Manuel García Nieto, alias 'el Segoviano', condenado en el año 2004 a 24 años de prisión por el llamado crimen de As Estivadas. Junto a Roberto Ferrero planeó el asesinato a tiros de su yerno, Miguel Nieto Rodríguez (23 años), el joven que había estado casado con una hija fallecida tras un accidente de tráfico.
Pese a que las causas de la repentina muerte aún se tendrán que esclarecer, la dirección del penal apuntó a un posible infarto, tal como se le comunicó a la familia.

'El Segoviano', de 53 años, llevaba más de un década en prisión y se le habían denegado de forma reiterada permisos penitenciarios al estar considerado como un preso peligroso, según confirmaron fuentes cercanas a su entorno. Desde que fue condenado, siempre estuvo en módulos aptos para los presos más conflictivos, tanto en su periplo por el centro penitenciario de Pereiro como en Topas (Salamanca).

Sobre él pesaba dos condenas (la de asesinato y tenencia ilícita de armas y otra más por atentado a agente de la autoridad) con un sumatorio de 25 años y medio de prisión.

El llamado crimen de As Estivadas también sentó en el banquillo al autor de los disparos, Roberto Ferreiro Augusto, condenado a 23 años, aunque él ya disfrutaba de permisos penitenciarios.

La prisión está a expensas de los resultados de la autopsia para determinar las causas del fallecimiento, descartando en un principio un desencadenante violento de naturaleza homicida.

El crimen de As Estivadas conmocionó a la sociedad ourensana por su violencia. Ocurrió en la madrugada del 10 de agosto de 2001 . El móvil, según sostuvo el jurado popular que vio el caso, tuvo un trasfondo sentimental.

Manuel García Nieto mantenía importantes diferencias con el joven asesinado, pues entendía que su yerno era el culpable de la muerte de una de sus hijas, Rafaela García, en accidente de tráfico, puesto que habían discutido poco antes.

Las malas relaciones se acentuaron cuando, una vez fallecida la chica, el joven inició una relación amorosa con otra de las hijas de 'el Segoviano'. Un amigo de este último, Roberto Ferreiro, panadero en Guimarei, se sentía atraído por la misma chica y a partir de ese momento se multiplicaron las desavenencias del suegro y su exyerno.

La sentencia condenatoria dejó acreditado que Ferreiro citó a la víctima en la madrugada del 10 de agosto del 2001 en los pinos de Baldriz, cerca del alto de As Estivadas. Una vez en el lugar, Roberto Ferreiroefectuó cinco disparos, con una pistola Astra del calibre 7,65 milímetros, que al menos desde el día anterior tenía a su disposición. Disparó 'de forma sorpresiva' y 'sin posibilidad de defensa'.

Las armas le habían sido facilitadas por el propio Manuel Nieto, quien presenció desde unos metros atrás al crimen.

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