Entre otros productos, creó las famosas Confortinas, zapato sanitario que lanzó la firma de calzado profesional
Celso Pérez Gutiérrez, empresario fundador y gerente de la firma Codeor, falleció el lunes por la noche, tan solo tres meses después de que le fuese diagnosticada una enfermedad de la que ya no pudo sobreponerse. Tenía 60 años y estaba casado con Fernanda Trapote (hija del exconcejal del PP en Ourense Carlos Trapote), con la que tuvo dos hijos: Noemí y Carlos, ambos también ligados a la empresa que tiene su sede en el parque empresarial de Pereiro de Aguiar y que se dedica a la fabricación de calzado profesional.
La muerte de Celso Pérez causó un profundo pesar en el entorno empresarial ourensano, pero también entre sus familiares y sus muchos amigos (era muy conocido en Ourense) que testimoniaron su pésame a la familia en el tanatorio de As Burgas, donde se ha instalado el velatorio. A las 11 de esta mañana se procederá al levantamiento del cadáver para la posterior inhumación en San Cibrao de Rouzós (Amoeiro) y por la tarde, a las 18:00 horas, se celebrará el funeral en la iglesia de Santo Domingo.
Celso Pérez Gutiérrez era una persona profundamente vitalista y había trasladado su espíritu emprendedor a su empresa, que se hizo famosa por la fabricación de calzado profesional. Sin duda una de las creaciones más conocidas fueron las Confortinas, un calzado sanitario que proporcionó mucha proyección a Codeor. El propio Celso Pérez reconoció en una entrevista en el suplemento Euro de La Región que "Confortinas es un diseño que nos ha llevado a liderar el mercado en ese zapato desde su creación, hace 22 años, y se sigue vendiendo bien y lo exportamos".
Pero los comienzos de Celso Pérez fueron más discretos. Codeor nació como empresa en el año 1992 para especializarse en calzado profesional, pero sus orígenes están en un comercio familiar en A Ponte, regido por su padre, Modesto Pérez, persona muy trabajadora y muy querida en el barrio, al igual que su madre, Matilde Gutiérrez y su hermano Alberto. Luego creó un taller en el barrio de O Couto, para dar luego el salto a una parcela en el parque empresarial de Pereiro de Aguiar, ocupando una nave que se quedaría también pequeña ya que el 30 de mayo del 2013 inauguró unas nuevas instalaciones en el mismo asentamiento industrial, de 3.600 metros cuadrados de superficie y en la que en la actualidad trabaja una veintena de personas.
PROYECTOS Y RELEVO
Codeor exporta más de un tercio de su producción en la actualidad y Celso Pérez había anunciado en octubre del 2015 que investigaba nuevos tejidos y materiales más versátiles para el calzado profesional con el fin de lanzar nuevos productos con una importante dosis de I+D. En una entrevista en La Región señaló que no le obsesionaba el relevo generacional en la empresa. A este respecto dijo: "La tercera generación del negocio ya está aquí, pero cada uno debe hacer lo que le parezca. Si no te gusta esto, está bien, pero tienes que hacer algo. No me obsesiona el relevo porque aquí hay un buen equipo. Nadie es imprescindible, lo que hace falta es tener gente competente".
