La falta de un TAC en Ourense obliga a 15 pacientes a ir a Vigo

Los enfermos de Ourense serán operados en el Álvaro Cunqueiro de Vigo en el mes de julio

Emma Carcacía llevaba ocho meses esperando por una operación urgente, seis desde que se averió el TAC intraoperatorio del Complexo Hospitalario Universitario de Ourense (CHUO) que el neurocirujano necesitaba en su intervención. En su caso, las últimas vértebras de la columna presentaban tal desgaste, que perdió la sensibilidad en toda la pierda izquierda y no tiene recuperación.  Ella es una de las 15 “afortunadas” que serán trasladadas al Hospital Álvaro Cunqueiro de Vigo y “operadas durante el mes de julio”, tal como se lo comunicaron el pasado viernes 23. 

Fuentes del CHUO confirman que están haciendo todo lo posible para “axilizar os trámites” que permitan  “dispoñer este mesmo verán dun equipo en Ourense”. Un equipo que cuesta 800.000 euros y se emplea para operar hernias discales, escoliosis o fracturas vertebrales, entre otras intervenciones. Sin embargo, la licitación todavía se encuentra en trámite “por vía de urxencia”, un proceso que, según especificó el Sergas, se debe hacer “a nivel autonómico”.

La intervención que Emma tiene programada desde noviembre es su tercera operación: “Una artrodesis lumbar en la L3/L4 y laminectomia (retirar una hernia)”, explica que relata también cómo vive con dolor y cada día siente más hormigueo en la otra pierna. Tiene miedo de perder también la sensibilidad en el miembro, algo que le obligaría a quedarse en silla de ruedas con 43 años.  Su delicado estado de salud la ha sumido en una depresión. 

Se muestra con esperanza: “Yo me alegro por mí y por las otras personas, por la gente a la que pude haber ayudado, y que esto se mueva”, pero advierte de que “hay mucha gente esperando”. 

Las personas que decidan acceder a realizar el traslado tendrán, además, que asumir los costes extrahospitalarios: “Mi familia se tendrá que desplazar coger un apartamento, días de trabajo…”. En su última operación estuvo hospitalizada una semana,  por lo que estima una estancia similar, con lo que eso significa en pleno mes de julio en un área como la de Vigo.   De todos modos, están dispuestos a hacer el esfuerzo para que mejore y termine el calvario que les ha obligado a irse a vivir a una autocaravana: “Todo sea por operarme”, suspira Emma.

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