Fermín Domínguez: "Usamos fármacos que son hasta cien veces más potentes que la morfina"

Operaciones de más de doce horas, fármacos cien veces más potentes que la morfina y neuroestimuladores contra el dolor que cuestan 20.000 euros. Cifras récord maneja Fermín Domínguez Hervella (Ribadavia, 1954), el jefe del Servicio de Anestesiología, Reanimación y Terapéutica del Dolor del área sanitaria de Ourense, Verín y Valdeorras, en el que trabajan 46 anestesistas y diez residentes. Son vigilantes de las constantes vitales del paciente en quirófano; responsables de evitar el dolor antes, durante y después de una intervención; guardianes del despertar tras la anestesia para que el cerebro no se olvide de respirar; especialistas en pacientes críticos y politraumatizados; y pioneros en la Clínica del Dolor. ¿Por qué se celebra hoy el Día Mundial de la Anestesiología? Porque queremos enviar el mensaje de que los anestesistas estamos siempre al lado del paciente buscando su mayor seguridad desde que llega al hospital hasta que sale. Este año el lema y la pregunta es “dónde está mi anestesista, que quiero conocerlo”. ¿En qué consisten las consultas de preanestesia? Son consultas clínicas. Tenemos dos consultas presenciales con veinte pacientes ambulantes cada día y otra consulta para los pacientes ingresados que se van a intervenir por roturas de cadera o vesículas programadas, por ejemplo. Revisamos, valoramos y preparamos a los pacientes para que lleguen al quirófano de la manera más segura posible. Revisamos sus analíticas, su coagulación y su vía aérea porque con anestesia general introducimos un tubo por la laringe. Valoramos el estado de su función pulmonar, cardíaca, hepática, renal y todos sus antecedentes. Comprueban que esa anestesia va a ser eficaz y no es dañina para el paciente No solo lo comprobamos, sino que revisamos y modificamos las medicaciones que toma el paciente para que no interfieran con la anestesia. También le explicamos al paciente el tipo de anestesia que le vamos a aplicar. Puede ser general o regional, un pinchazo en la espalda o una simple sedación. También les informamos sobre el riesgo anestésico, que valoramos entre un 1, el mínimo, y un 5, el máximo. ¿Actualmente se producen muertes por problemas con la anestesia? En este momento han disminuido muchísimo gracias a los avances en la anestesia. Se produce una muerte por cada 100.000 anestesias. Hace veinte años eran cinco muertes por cada 100.000. ¿La segunda función es anestesiar en quirófano? Sí, aplicamos a cada paciente la anestesia que consideramos más adecuada en base a la operación a la que se va a someter. No es lo mismo una operación de amígdalas que una de neurocirugía o de corazón. ¿Cuál es el tiempo máximo que puede durar una anestesia? Hay intervenciones que pueden durar doce horas o más. Somos los vigilantes del paciente en el quirófano y de sus constantes vitales. ¿Cuál es el máximo de horas que ha estado un paciente anestesiado en Ourense? Particularmente, yo he estado en intervenciones que han durado hasta doce horas. Somos los que monitorizamos todo para que funcione perfectamente y mantenemos al paciente estable. Cuando termina la intervención, entran en la Sala del Despertar. Sí, tras las intervenciones más habituales, las que no son muy agresivas, y cuyos pacientes son de riesgo normal, pasan a la Urpa, que es la Unidad de recuperación postanestésica, la llamada Sala del Despertar, y tiene veinte camas. Ahí están unas horas hasta que pueden pasar a habitación en planta. Los pacientes con más riesgo pasan a la UCI de anestesia. Efectivamente, los pacientes de riesgo tras intervenciones agresivas o largas van directamente a la Unidad de Cuidados Intensivos de Anestesia, y ahí permanecen el tiempo que sea necesario. Es una unidad de críticos a todos los efectos y tiene catorce camas. Somos pioneros, ya que en esta unidad tratamos desde hace más de 45 años también a los pacientes politraumatizados. ¿Qué complicaciones se pueden producir al despertar de la anestesia? Sobre todo lo que tenemos que vigilar es la oxigenación de la sangre. Las dos complicaciones que más tememos son que no llegue suficiente oxígeno a la sangre y el cerebro se olvide de respirar. Y la otra es que haya una hipotensión muy brusca y provoque un shock que haya que tratar con fármacos. Son las complicaciones que tenemos debido a la potencia de los fármacos que usamos. ¿Qué tipo de fármacos son? Utilizamos fármacos durante la anestesia que son hasta cien veces más potentes que la morfina. Usamos analgésicos para que las intervenciones no duelan, por vía intravenosa. También usamos analgesia epidural en cirugías muy dolorosas, como la de abdomen, dejando un cateter colocado en la espalda conectado a una bomba que el propio paciente dosifica dándole a un botón. ¿Para qué se usa la anestesia fuera de quirófano? Son sedaciones profundas o anestesias generales para hacer radiologías, intervencionismos que precisan que el paciente esté inmóvil, como las colonoscopias. También son los responsables de la Clínica del Dolor. Sí, siendo Ourense una capital de provincia pequeña fue pionera en el tratamiento del dolor crónico a nivel nacional. La Clínica del Dolor de Ourense fue la tercera o cuarta de España y funciona desde hace más de 45 años. Aquí vienen a formarse especialistas de otras ciudades. Se tratan dolores muy intensos que no responden a calmantes tradicionales a base de fármacos potentes y haciendo bloqueos con infiltraciones. También se hace radiofrecuencia para dolores neuropáticos y se implantan neuroestimuladores en la médula para eliminar el dolor permanentemente, que son muy caros y se usan en casos muy determinados. Cuestan entre 15.000 y 20.000 euros. Tenemos muchos pacientes oncológicos y gente muy anciana. Somos expertos en anestesiar al paciente anciano.