ENTREVISTA

Fermín Pérez: “Los Concellos están asumiendo la batuta de las intervenciones"

Ourense. 06-11-15. Local. Fermín Pérez no seu despacho do campus.
Foto: Xesús Fariñas
photo_camera Fermín Pérez, en su despacho del Campus de Ourense.

Amante y experto del mundo castrexo, el profesor Fermín Pérez repasa el mapa arqueológico local. 

Los meses de junio a octubre son de gran actividad para la arqueología provincial. Profesionales y estudiantes, a través del Campus de Ourense, comparten la ardua tarea de sacar a la luz el rico pasado provincial. Amante y experto del mundo castrexo, el profesor Fermín Pérez repasa el mapa arqueológico local. 

A la vista del patrimonio que hay en la provincia, ¿la arqueología es una profesión con futuro?

Depende más de la situación económica en general que de la riqueza patrimonial, que ya existía antes. La mayoría de los arqueólogos dependen de la contratación pública y aunque se redujo bastante en estos años atrás, parece que se está volviendo a recuperar gracias a las iniciativas de las instituciones locales. También es cierto de que se está generando una mayor carga de trabajo, porque la arqueología cada vez está más integrada en estas actuaciones de desarrollo rural y de contexto medioambiental. 

¿Cuáles son las excavaciones más importantes en la provincia?

San Cibrao de Las, por el parque arqueológico de la cultura castrexa; Castromao por su envergadura, la famosa tabla de hospitalidad que recoge un pacto entre romanos y castrexos y la propia reproducción del poblado, que se ha realizado con fines turísticos y cinematográficos; el yacimiento medieval de Barxacova y otro importante es el relacionado con la Vía Nova en Aquis Querquennis (Bande) y Baños de Riocaldo (Lobios). Luego, Xeitura llevó a cabo este verano una excavación del castro de Salceda y la de Armea, en Allariz, donde el Concello y la Universidad hemos firmado un convenio marco de colaboración a medio-largo plazo.

Los descubrimientos de las últimas campañas ¿están aupando este castro alaricano?

El yacimiento ya era conocido desde antiguo. Fue excavado en parte por Conde Valvís en los años 50, pero tras las últimas campañas, Armea está entrando a formar parte de la nómina de los yacimientos principales de época castrexa y romana de Galicia. Es, lo que nosotros denominamos, un "oppidum", una capital castrexa como puede ser San Cibrao de Las. No es una simple aldea fortificada, sino que cumple otras funciones de capital de un territorio. Y después, está bastante bien conservado, con una gran cantidad de elementos y mucha decoración. Tiene mucha potencialidad, tanto la atalaya donde está el castro, como su anexo en el Monte do Señoriño, que se descubrió en 2011 y que es una construcción muy interesante. 

¿Por qué?

Es un conjunto de casas que se corresponden con la fase final del mundo castrexo, pero que está fuera del castro, junto a una vía romana, por lo que quizá tenga explicación de tipo funcional. Y fue una gran novedad porque es muy poco habitual encontrar asentamientos fuera de los castros, porque en esa época, en Galicia todo el mundo vivía en castros.

¿Qué tal se trabaja con la administración?

La experiencia es muy buena, y específicamente con los concellos, que en esta última década son los que están asumiendo la batuta de las intervenciones arqueológicas. Si no fuera por ellos, estarían a un nivel bajo. En este sentido cabe destacar el papel que está jugando el Concello de Allariz, cuyo plan de actuación en Armea está marcando tendencia. Ha funcionado como un efecto llamada para otros concellos con buenos yacimientos arqueológicos, como  Xunqueira de Ambía, Castrelo de Miño, Verín o Xinzo de Limia.

¿A qué se debe este interés de los concellos por la arqueología?

La nueva Ley de Patrimonio Cultural de Galicia incide en dar más protagonismo a los concellos en la protección y gestión de su propio patrimonio, digamos que es una de sus obligaciones. El patrimonio arqueológico tiene una gran ventaja, no solo sirve para conocer cómo fue nuestro pasado, sino que tiene una gran función identitaria, simbólica y de crear un cierto recurso. Por normativa, las piezas que aparecen en una excavación tienen que ir al museo arqueológico más cercano y esto a veces genera unos ciertos recelos. De ahí la importancia de implicar a la población en todo el proceso y llegar a soluciones intermedias, como pueden ser las exposiciones temporales, máxime cuando el Museo Arqueológico de Ourense lleva muchos años cerrado y no hay una expectativa de que vaya a abrir en breve.

¿Y qué opinión le merece la explotación turística de los yacimientos?

Creo que es importante que la gente conozca y valore su patrimonio. Y, cuando hablamos de turismo no tenemos porqué hablar que tiene una atracción de turismo extranjero. Puede y debe ser también de gente del entorno, de Galicia. Es importante impulsar ese turismo local, porque eso mejorará su protección. En los 90 se decía que visibilizarlos era darle pistas a los furtivos, pero cuanto más conocidos, más transparentes y visibles son y eso incide mucho más en la protección. Por muchas declaraciones que hagas, la protección más efectiva es que el yacimiento sea visible y esté valorado por la gente. Obviamente, la protección jurídico-administrativa tiene que existir, pero que un sitio sea declarado catalogado o inventariado, no le protege más que uno que no lo está.

¿Queda mucho por descubrir?

Si, obviamente. La mayoría de los castros cuentan con su ficha de catalogación patrimonial, pero hay mucho por descubrir y sería utópico decir que se va a excavar todo. Lo cual no quiere decir que no se pueda utilizar, a nivel rural, para convertirlo en un símbolo identitario. No es necesario que todos cuenten con casitas y murallas, se pueden hacer actuaciones de limpieza y señalización. 

Hemos hablado mucho de la cultura galaico-romana, ¿cuál es el nivel de los restos prehistóricos?

La provincia cuenta con importantes conjuntos de arte rupestre y del mundo megalítico. En los últimos decenios Ourense también destacó por el descubrimiento de importantes restos rupestres en la zona de interior (Carballiño, zona del Barbantiño o Monterrei). Estas zonas más al interior de la provincia, montañosas y fronterizas, a veces son especialmente relevantes porque es donde se producían los contactos entre culturas, generando riquezas que, por su abandono, a veces hasta se conservan mejor. Y, en el mundo megalítico que estudió Eguileta Franco, cabe destacar los yacimientos del valle del Salas y la Serra do Leboreiro.

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