REPORTAJE

Firmar después de comer

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photo_camera Así se quedaron los pelos de Marta después del “festín”.

El restaurante San Miguel, en pleno centro de la ciudad de Ourense y ahora reabierto, fue en su momento la referencia de los personajes más o menos famosos que llegaban. De eso quedó constancia en su libro de firmas.

Ojear un libro de firmas (de honor, de visitas o como quiera llamarse) supone revisar un trocito de la historia local. Y que alguien te pida que pongas tu firma en su libro supone el reconocimiento a tus méritos personales y profesionales, más o menos reales. Durante más de cincuenta años, el reaparecido restaurante “San Miguel” de Ourense acumuló firmas en seis libros. 


La primera es del año 1976, y la hace el entonces presidente Caldera de Venezuela, con un hermoso reconocimiento a los emigrantes gallegos en su país: “Esta tierra que tanto ha aportado a la mía en material humano de excelente calidad”. El segundo es el escritor británico Graham Green, quien firma nada menos que durante cinco años (1976, 77, 78, 80 y 84) en los que visitaba el Monasterio de Oseira en donde situaría el final de su novela “Monseñor Quixote”. Sus dedicatorias, con letra menuda, son cortas y afectuosas. Camilo José Cela será otro de los asiduos al “San Miguel”, firmando en los años 1984, 85 y 88: “Con el estómago y el paladar agradecidos”. Cela añadía a su firma el nombre del santo del día, que es en estos casos San Aniceto y San Roque. En una de estas visitas Cela preguntó al maitre si hacían “huevos fritos con puntilla”, y se los comió con una botella de Vega Sicilia. 


escanear_3_resultHay quien dibuja en el libro, quien deja su propia caricatura y quien levanta acta del menú del que disfrutó: “Primero camarones (mientras se cocía la centolla); segundo, caldo gallego exquisito; tercero, cabrito, queso gallego y ribeiro”… Todos los comentarios son elogiosos, más o menos apasionados, pero sin una sola queja, con el ánimo reconfortado por una buena comida, sin olvidar la magnifica bodega de la que disponía el “San Miguel”. 


 Entre los firmantes hay ministros españoles y extranjeros (Ernest Lluch), políticos como Carrillo y Guerra; el premio Nobel científico Severo Ochoa; escritores como Alfredo Conde; Bertín Osborne; la duquesa Sofía de Hansburgo; el periodista Blanco Tobío, quien, a juzgar por su dedicatoria, sin duda se fue encantado: “Este no es un restaurante, es la Cruz Laureada de San Fernando, el Santo Grial, ¡¡¡la leche!!!”. El músico Tete Montoliú se despacha con un “Visca el Barçaa!!!”, y la atriz Pilar Bardem, muy militante ella, no felicita a los propietarios como es habitual, sino que hace su dedicatoria a “los trabajadores” del restaurante.

escanear_4_resultOtros firmantes son el grupo musical Gabinete Caligari, la alcaldesa de Houston, Forges como Antonio Fraguas, el sheriff de Illinois, el montañero Pérez de Tudela, el actor ourensano Sergio Pazos y muchos otros cuyas firmas resultan ilegibles.Pero el mayor número de firmas lo consigue el propietario del restaurante, don Julio, a quien numerosos amigos y admiradores reconocen sus méritos, su trabajo y sus atenciones el día que celebraron con él, en 2001, sus bodas de oro con la profesión. Los seis libros de firmas los conserva con devoción su hijo Santiago, a quien están dedicadas muchas de las firmas.

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