Pretendió multar a una conductora y simuló ser un agente de la autoridad en un centro médico

El fiscal pide prisión para un falso agente de la Guardia Civil

La primera vez en que el inculpado se hizo pasar por agente dijo que estaba controlando el tráfico. (Foto: MIGUEL ANGEL)
Roberto L.F., de 41 años, se sentará en el banquillo de los acusados el 9 de octubre en el Juzgado de lo Penal 2 acusado de un delito continuado de usurpación en concurso con otro de falsedad documental. Según el fiscal, quien pretende que entre en la cárcel por este delito, se hizo pasar en tres ocasiones por agente de la autoridad, llegado incluso a mostrar un falso carné del Instituto Armado, con inscripción y escudo del cuerpo.
La historia de ser alguien que uno no es comenzó el 2 de marzo de 2009. La primera víctima fue un joven conductora que circulaba por la carretera OU-540 (Ourense-Portugal). El inculpado la interceptó a la altura de Loiro (Barbadás) y comenzó a seguirla con su coche particular y darle destellos luminosos para que se detuviera.

La joven hizo caso omiso hasta que, al llegar a Celanova, tuvo que pararse delante de un semáforo en rojo. En ese momento, según asegura el ministerio público, el acusado se bajó de su coche y se identificó como un agente de la guardia civil ante la conductora, que llevaba una señal de novel incorporada al vehículo. El pretexto que le dio es que había saltado un radar de velocidad por haber circulado a 100 kilómetro la hora en un tramo limitado a 70 km/h. Más aun, para justificar la ausencia de uniforme, se presentó como componente de un equipo camuflado de control de velocidad.

El inculpado tenía la intención, así se lo hizo saber, de multarla con 300 euros pero sus planes de frustraron al ver a un coche oficial de la Guardia Civil que pasaba por el lugar. Entonces, se mostró más benevolente, perdonándole la sanción.

Los otros dos episodios en los que simuló ser autoridad ocurrieron en el Punto de Atención Continuada (PAC) de Celanova el día 12. Primero, para que el personal de admisión le buscara a un doctor en concreto y después para amenazar con un denuncia a una doctora de ese centro médico. Según el testimonio de la facultativo, el inculpado le mostró el carné de guardia civil y le recordó que hacía dos meses la había llamado por teléfono para exponerle los problemas de salud de su padre. Según él, la conversación estaba grabada e iba a denunciarla porque él era alguien: pertenecía a la Policía Judicial.

Finalmente, el falso agente fue detenido el 23 de marzo. En su poder, tenía una tarjeta de identificación personal donde se reflejaba que pertenecía a las fuerzas de seguridad. Hasta había colocado unas pegatinas con la inscripción de la Guardia Civil, el escudo del cuerpo así como una bandera de la UE. Por supuesto, no faltaba su propia fotografía.

El encausado, una vez detenido, explicó que la tarjeta identificativa formaba parte de un disfraz de carnaval y que la llevaba en la cartera porque se le había olvidado.

Las víctimas de sus mentiras lo reconocieron sin fisuras como la persona que se había hecho pasar por ante de la autoridad.

El fiscal reclama una pena de dos años y cuatro meses de cárcel y una multa de 10 meses a razón de seis euros al día, con 150 días de arresto sustitutoria en caso de impago.


INCIDENCIA EN LA PROVINCIA

La denuncia que se tramitó en el Juzgado de Instrucción 1 de la ciudad fue una de las tres única formuladas en el año 2009 por usurpación de funciones públicas. Este delito apenas tiene incidencia en la provincia. No en vano, según las memorias de la fiscalía de los últimos nueve años, solo se incoaron 11 procedimientos. El año en el que hubo más fue 2008, con cuatro.

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