Fomento quiere suprimir las líneas que no sean rentables

Un tren en la estación ferroviaria del barrio de A Ponte
El Gobierno lleva toda la legislatura estudiando la eliminación de servicios ferroviarios que no sean rentables por la baja ocupación de viajeros. El pasado mes de junio el titular de Fomento, José Blanco, volvía a recordar que no se pueden mantener servicios que han dejado de ser utilizados por el público. En este sentido exponía el caso concreto del servicio regional que une las capitales de Burgos y Madrid, cuya ocupación se sitúa en una media de cuatro viajeros al día
Para justificar esta decisión, Blanco tiene los argumentos irrefutables de las cifras y éstas dicen que las líneas convencionales arrojan unas pérdidas anuales de 150 millones de euros y su mantenimiento cuesta seis millones de euros al día.

RENTABILIDAD SOCIAL
Sin embargo, para el ministerio de Fomento existen otros criterios además de las cifras, son los criterios de rentabilidad social. En este sentido, Blanco reconoce que no está dispuesto a eliminar trayectos en los que no existan vías de comunicación alternativas.
Además, José Blanco argumenta en la defensa de sus tesis la próxima liberalización del servicio ferroviario en el año 2012 con la entrada de nuevos operadores. Por eso el Ministerio quiere que ninguna línea quede desierta por falta de viajeros y para ello propone una correcta planificación de las infraestructuras.

Sin embargo, la convocatoria de las elecciones generales en el mes de noviembre supone en la práctica que no se van a tomar decisiones drásticas en los que queda de legislatura. Será el nuevo Gobierno que salga de las urnas en noviembre el que defina los criterios para las líneas ferroviarias no rentables.

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