La joven Noelia Prada Rodríguez tenía 27 años cuando fue vista por última vez, en la estación de autobuses de la ciudad en 2007

El forense coteja el ADN familiar de la barquense hallada muerta

Un equipo de la Policía Nacional se desplazó hasta el cuartel de O Barco para tomar muestras de ADN a la familia de Noelia Prada Rodríguez (31 años), la joven a quien pertenecen los restos óseos hallados en un descampado de la ciudad, tal como adelantó ayer La Región.
Ayer, la familia de la víctima, quien falta de casa desde 2007, cuando tenía 27 años, identificó varios objetos recogidos en la finca donde apareció el cadáver, más concretamente las botas, una pulsera y un anillo.

El padre, Alfonso Prada Gayoso, acudió al cuartel de la Guardia Civil de O Barco para permitir que los agentes tomasen una muestra de su saliva al objeto de cotejar su ADN con el de los restos hallados en Ourense, según reconoció a este diario. Esta y otras pruebas practicadas por los agentes a la familia permitirán confirmar definitivamente que Noelia Prada es la fallecida.

Alfonso Prada afirmó ayer que tuvo conocimiento por este periódico de la aparición de los restos en la ciudad y añadió que los agentes de la Policía Nacional no se pusieron en contacto con él, por lo que fueron otros miembros de la familia los que reconocieron los objetos encontrados. El padre optó por la prudencia hasta que no se confirme identidad de la fallecida, si bien la Policía, a través de una nota de prensa, ya dio por buena la identidad. En todo caso, está preparado para recibir la noticia de su fallecimiento. '¡Lleva tanto tiempo sin aparecer!', exclamó. Explicó que antes de producirse la desaparición de Noelia, ésta llevaba algún tiempo viviendo en Viveiro (Lugo), lo que no le impedía reunirse frecuentemente con su padre. Hizo su última visita a la villa barquense para examinarse para el carné de conducir.

Tras realizar la prueba, anunció a la familia que tenía que ir a Ourense a realizar una revisión médica y que, inmediatamente, regresaría a la villa lucense donde estaba residiendo.

Todos los indicios indican que nunca llegó a Viveiro. El joven con el que vivía fue quien dio la voz de alarma al advertir que Noelia no había llegado. Su llamada fue el comienzo de una búsqueda, para la que el padre preveía un desenlace luctuoso desde hace tiempo.

El primer paso que dio la familia fue denunciar la desaparición en el cuartel de la Guardia Civil de O Barco, centrándose en Ourense el grueso de la investigación. Una cámara de la estación de autobuses mostró como la joven abandonaba el vehículo con total normalidad. Los agentes tomaron declaración al chófer, sin que su testimonio ofreciese ninguna luz sobre el caso. La imagen de la desaparecida descendiendo del autocar fue la última que los agentes pudieron ver de ella.

Después, todo son conjeturas. 'Se cree que fue a determinados conciertos de música punk, pero nunca se pudo contactar con ella', comentaron fuentes de la investigación. Las noticias acerca de su posible presencia en este tipo de ambiente también llegaron a la familia. Su propio padre recorrió durante bastante tiempo los festivales musicales que podrían ajustarse a las preferencias de la joven. Sin embargo, todo fue en vano.

LOCALIZACIÓN

Con la aparición de unos restos óseos en una finca de la ciudad de Ourense, la búsqueda parece acercarse a su final. El cadáver fue encontrado casualmente en la mañana del domingo, por una mujer que paseaba con su perro.

Por ahora, la incógnita se cierne sobre las causas que provocaron la muerte si bien la jeringuilla hipodérmica que fue encontrada por los agentes e la Policía Nacional al lado de los huesos hacen pensar en que la muerte pudo ser provocada por una sobredosis.

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