Recibió los once votos del PSOE más los tres del BNG, frente a los once que obtuvo Rosendo Fernández del PP

Francisco Rodríguez inicia su segundo mandato 'como o máis humilde veciño'

Isabel Pérez felicita a Francisco Rodríguez, ante Ana Garrido. (Foto: J.P.)
Quedaban apenas 15 minutos para el mediodía de ayer cuando el socialista Francisco Rodríguez recogía el bastón de mando de la ciudad, iniciando formalmente el que será su segundo mandato como alcalde. El pleno de investidura siguió el guión previsto y, sin sobresaltos, 14 concejales -los 11 del PSOE y los tres del BNG- dieron el apoyo mayoritario a un nuevo gobierno con Rodríguez a la cabeza. El PP votó a su candidato, Rosendo Luis Fernández, mientras que los dos ediles de Democracia Ourensana optaron por votar en blanco.
Rodríguez asumió esta nueva andadura 'máis comprometido que nunca coa miña cidade, co seu progreso económico e social e co benestar dos seus vecinos'. Lo hizo 'dende a serenidade que concede a experiencia acumulada nos primeiros catro anos, pero coa ilusión intacta e a gratitude redoblada' y después de prometer el cargo ante el popular José Luis Baltar, que, como concejal de más edad, presidió la sesión de investidura junto a la más joven de los ediles, la socialista Susana Bayo.


POSESIÓN DE LOS CONCEJALES

Antes de elegir al alcalde, los concejales habían tomado posesión de sus cargos, jurando o prometiendo lealtad al Rey y el cumplimiento de la Constitución, como manda el protocolo, aunque los ediles del BNG se lo saltaron en parte, al incluir también el seguimiento al Estatuto de Autonomía mientras llevaban consigo un ejemplar de Sempre en Galiza, de Castelao. Además, la portavoz, Isabel Pérez, prometió el cargo en 'memoria de Rosalía, Castelao e Bóveda'. También el cabeza de lista de Democracia Ourensana, Gonzalo Jácome, incorporó una frase a la promesa del cargo al asegurar que lo hacía por 'imperativo legal'.

Con la Corporación nombrada, llegó el turno de votar en urna al nuevo alcalde de la ciudad. Cuando Baltar nombró por décimocuarta vez -mayoría absoluta- a Francisco Rodríguez, aún con el recuento de los votos sin terminar, llegaron los primeros aplausos del público, entre el que se encontraban ciudadanos y familiares de los ediles. Después, tras la intervención del nuevo regidor, finalizó el pleno y dio paso a los apretones de manos, abrazos y felicitaciones, principalmente para los concejales que formarán parte del nuevo gobierno.

Mientras en el salón de plenos se celebraba la primera sesión del mandato, en la Praza Maior un grupo de 'indignados' gritaba consignas contra el actual sistema político, reivindicando una democracia real. Con ellos -y sus abucheos- se habían topado ya los concejales al llegar a la Casa Consistorial y, a la salida, los vítores a los miembros del nuevo gobierno, especialmente al alcalde, se confundieron con los reproches de los manifestantes por la acción política, aunque sin que se produjeran incidentes de ninguna clase.

Con todo, a pesar de la presencia policial, una joven de este colectivo accedió al salón de plenos -después de pedírselo a la nacionalista Isabel Pérez- y permaneció durante toda la sesión portando, en silencio, un cartel en el que se leía 'Ayuntamiento vigilado'. Indirectamente, el alcalde se refirió a este movimiento en su discurso cuando aseguró que 'hai cidadáns que non se sinten representados pola política e os representantes públicos temos a obriga de escoitalos e facelos partícipes'.

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