Más de 100 llamadas a la Policía por una fuerte tormenta que puso Ourense al borde del colapso

photo_camera Resumen del paso de la tormenta por Ourense: desde las primeras lluvias con granizo hasta la calma posterior entre calles anegadas y coches destrozados
Calles cortadas, árboles caídos, puentes inundados o desprendimiento del techo de la piscina de Os Remedios, los daños

Una fuerte tromba de agua y viento sembró el caos en la ciudad el domingo por la tarde y la dejó al borde del colapso. La Policía Local recibió 111 llamadas de los ciudadanos en relación con la tormenta. La pasada madrugada continuaban atendiendo las incidencias pendientes. Tejados y galerías desprendidas coparon buena parte de las alertas. En la calle Cenlle un ventanal completo salió volando y chocó contra otra casa, dejando a su paso daños en varios vehículos. 

 Los daños fueron numerosos y se distribuyeron por todo el municipio, dejando multitud de desperfectos materiales, aunque no hay constancia de daños personales, salvo dos heridos en un accidente de tráfico. Entre los efectos más reseñables del temporal está el desprendimiento de parte de la cubierta del pabellón de Os Remedios, que dejó al descubierto una parte de la instalación donde se sitúa la piscina. También se desprendieron tejados en San Rosendo, Buenos Aires y una galería salió volando en Rodríguez Castelao.

Además, las caídas de árboles fueron numerosas en la zona de la Universidad muchos se partieron y otros fueron arrancados-, siendo el tramo entre las 19,40 y las 20,00 el más virulento, registrando 20 litros por metro cuadrado, una cifra que ascendió a 32 litros por metro cuadrado en toda la tarde. Los vientos alcanzaron los 76 km/h.

La tormenta afectó a vehículos estacionados, cortando el tráfico en numerosas calles ourensanas, como la avenida de Buenos Aires, la Ribeira Sacra o la Canella da Costa da Vela, donde un árbol aplastó un vehículo que estaba estacionado. Las inundaciones de calles y locales, junto con el colapso del alcantarillado, mantuvieron a Policía Local, Bomberos y Protección Civil, todos desbordados hasta bien entrada la madrugada. Voluntarios de Protección Civil trabajaron dando asistencia a los servicios de emergencia, incapaces de hacer frente a la oleada de llamadas recibidas desde diversos barrios ourensanos.

En las entradas de la ciudad hubo importantes retenciones de tráfico debido a que las calles estaban anegadas por el aguacero descargado en un lapso de tiempo inferior a una hora, registrando varios accidentes de tráfico. Cornisas, señales y mobiliario de bares salieron volando por las fuertes rachas de viento que acompañaban a las intensas lluvias.

Otro de los incidentes más destacados fue el registrado en el Puente Romano, que quedó completamente anegado por el agua, que caía con fuerza por los aliviaderos. A pesar de esta situación, hubo quien se atrevió a cruzar por el puente a pesar del riesgo. La mayoría de estos valientes eran jóvenes que buscaban un sitio donde resguardarse del chaparrón.

 

Además, el partido que se estaba disputando en el estadio de O Couto, que enfrentaba al C.D. Ourense al Fisterra, fue suspendido momentáneamente por el temporal, obligando a los asistentes al partido a resguardarse en las gradas del estadio. El partido se reanudó sin inconvenientes tras diez minutos de parón por la lluvia. 

Según Susana Bayo, meteoróloga de Telemiño, este suceso se debe a una Dana (Depresión atmosférica en niveles altos) situada en Oporto. Este fenómeno se produce por el choque de una masa de aire frío en altura con el aire caliente de la superficie. Comúnmente conocida como "gota fría", los meteorólogos no advirtieron de la posibilidad de una tromba de agua tan virulenta como la que se vivió ayer en Ourense, y esperan que no se vuelva a repetir hoy. 

Varios accidentes de tráfico por la intensa lluvia

La tromba de agua afectó al tráfico ourensano, registrándose un accidente sin heridos en la autovía A-52, a la altura de A Valenzá, donde un vehículo perdió el control y se estrelló contra el margen derecho de la vía.

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Otro turismo volcó en la N-525 a la altura de O Couto y se registró un tercer siniestro de un coche con dos heridos en la carretera  N-120.

Mesas, sillas y sombrillas dañadas, entre los efectos en la hostelería

Muchos establecimientos hosteleros se percataron muy pronto de que parte de las consecuencias irían contra sus intereses. La tromba de agua sorprendió a bares y cafeterías con las terrazas llenas y pese a que el pronóstico adelantaba la presencia de la tormenta, los profesionales del sector no calculaban los efectos que traería. Poco después de las siete de la tarde, una manta de agua cayó sobre la ciudad y la capacidad de reacción fue escasa.

Desde la Tapería Sixtina, en el entorno de Ponte Vella, reaccionaron rápidamente, pero los daños materiales se percibieron de inmediato. Un portavoz del establecimiento aludió a que los clientes "decidieron refugiarse dentro del local o sencillamente se fueron". Los desperfectos se ciñeron sobre todo a sombrillas de la terraza, sillas, alguna mesa, la loza e incluso algún cristal. Desde el establecimiento pudieron apreciar también el paso de la gente por la Ponte Vella, literalmente convertida en un río. "Eran sobre todo jóvenes los que se atrevían a pasar", comentaron.

En el Bar Anduriña, situado en Eulogio Gómez Franqueira, comentan que la gente corrió dentro del local al percatarse de la tromba. Los problemas como consecuencia de las fuertes lluvias se redujeron a la entrada de agua en una parte del establecimiento.

Desde allí se pudo ver un panorama muy similar el del resto del casco urbano: ramas e incluso árboles se cayeron, los materiales de algunas obras llegaron a provocar más de un susto.

En otros puntos de la ciudad, en As Lagoas, en la cafetería Bekas también rubrican el mismo relato: sillas y alguna mesa afectada. 

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