CORONAVIRUS

La Fundación San Rosendo urge mayor protección

Rubén Carnoto, de la residencia Edades, desinfecta por su cuenta con la máquina sulfatadora.
photo_camera Rubén Carnoto, de la residencia Edades, desinfecta por su cuenta con la máquina sulfatadora.
Geriátricos, trabajadores y sanitarios piden más material para poder garantizar la seguridad

El problema de la falta de equipos de protección para los trabajadores, del que ya habían alertado los servicios de ayuda a domicilio, se extiende también a las residencias de mayores, que piden con urgencia Equipos de Protección (EPIs) para sus trabajadores.

La Fundación San Rosendo, que tiene 10 positivos, en tres de sus centros, uno de ellos de personas con discapacidad,  necesita con urgencia EPIs.  Se trata de equipos de protección especial compuestos por bata, gorro, gafa mascarilla y guantes para entrar en contacto con positivos. "Necesitamos más equipos de estos para poder atender a las personas mayores que tienen que estar aisladas", informan desde la Fundación.  "Ahora lo urgente es disponer de los EPIs para poder atender a los positivos con seguridad para los trabajadores", indican.

Ante los casos positivos, en la Fundación San Rosendo indican que, de momento, aún tienen EPIS para atender a residentes, pero ante el aumento de casos, como se prevé, necesitan más. "Los equipos garantizan que los trabajadores no se contagien, tenemos que garantizar estas medidas de prevención. Es la mejor manera de evitar que el virus se extienda en las residencias", concluyen. 

Los problemas se extiende también a la residencia San Carlos de Celanova, la más afectada en la provincia, donde el BNG celanovés reclamaba este viernes más personal y trajes de protección.

Falta de material

Rubén Carnoto y Cristina Portela son los responsables de la vivienda comunitaria de mayores Edades, situada en la carretera de Santiago en Ourense. Se unen a la denuncia de la difícil situación que viven las residencias de mayores en plena crisis sanitaria, criticando la falta de suministro de material de protección como mascarillas y guantes, además de la necesaria desinfección de las instalaciones. "Cada dos días cojo la máquina de sulfatar y me pongo a desinfectar todo con agua y lejía. Ya no es solo la falta de material, parece que se ríen de nosotros con tanto que dicen de que protejamos a los mayores. No ha aparecido ni el apuntador a desinfectar la residencia. Ni llaman por teléfono. La Xunta nos bombardea a correos electrónicos pidiendo estadísticas, solo le importan los números", se queja al otro lado del teléfono. 

Los responsables de la vivienda Edades muestran el paquete que fueron a recoger ayer al hospital: "Seis mascarillas, un bote de gel y un paquete de guantes para siete empleados y diez mayores. ¿Es posible? Encima son la talla S que no nos sirve. El kit es más pequeño que una caja de zapatos", se quejan.

Ante las noticias que llegan de contagios en residencias, especialmente cercano el caso de Celanova, los mayores viven la situación con preocupación. "Los tienes entretneidos e informados y les ponemos películas de su época, que les gustan mucho. Pero tienen presente el coronavirus. Porque nos ven a nosotros con mascarillas y guantes y se preguntan qué pasa. Mi mujer y yo hacemos doble turno, y de casa al trabajo y del trabajo a casa para evitar cualquier contagio. El protocolo es muy estricto y hay que protegerse", dice Carnoto. Afectado, comenta que al personal de las residencias de mayores "nos duele que cojan a la gente mayor para colgarse medallas. Es una auténtica vergüenza y estamos indignados". Y en medio de la crisis, la comunidad china de Ourense les sacó una sonrisa estos días en la residencia Edades. Agradecen la donación de mascarillas que realizaron al centro estos días. 

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63 sanitarios infectados

Los trabajadores del área sanitaria también exigen más protección. Así lo manifestó ayer la Comisión de Centro, que exigió "a máxima protección para os traballadores da sanidade"."Non temos mascarillas, nin batas, nin gafas suficientes, incluso carecemos de fonendos ou pulsioxímetros, tamén carecemos de respiradores, monitores ou material de coidados intensivos suficiente para sentirnos seguros", alertan. Ya son 63 los sanitarios infectados, por lo que, dicen, "necesitamos que nos fagan as probas". 

Por último, CC.OO. criticó la "falta de información" en el Concello de Ourense sobre infectados y amenaza con ir al juzgado.

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