Mientras el barrio ourensano de A Ponte entraba de lleno en las fiestas de Santiago, con la misa, la procesión y la recepción a la Corporación municipal en A Troya, todo ello pese al mal tiempo, la localidad de Garabás (Maside) celebró una nueva edición de la Festa do Chuletón, donde se asaron más de 2.000 kilos de carne.
En Garabás, Maside, manda el chuletón. Esta era ayer una de las citas festivas de la jornada, en este caso con componente gastronómico, que se desarrolló en la comarca carballiñesa. Allí, en el campo de San Pantaleón, cuyas patronales se celebrarán este fin de semana, se desarrolló la Festa do Chuletón, que en su décima edición congregó a más de un millar de personas, atraídas por la exquisita calidad de la carne de vacuno.
La organización preparó en las parrillas en torno a 2.000 chuletones de ternera, que al precio de 12 euros se podían degustar con patatas, pimientos, pan y vino de O Ribeiro. La proximidad de las fiestas de la parroquia atrajo a un buen número de emigrantes de Garabás repartidos por diferentes comunidades del Esta do, Francia, Suiza, Andorra e incluso América. La lluvia hizo su aparición de forma intermitente, si bien los comensales estuvieron resguardados bajo una gran carpa para degustar el menú bajo los acordes de dos grupos musicales. Los más de 30 merdomos, vecinos que se encargan de la organización del San Pantaleón, se emplearon a fondo en el asado de la carne, la venta de los tickets de comida en las taquillas y la atención del bar, que registró una buena afluencia de clientes durante todo el día.
Mientras, en Ourense, el barrio de A Ponte celebró a lo grande las fiestas en honor a Santiago. Música, fuegos, diversión y devoción son los ingredientes de unas fiestas muy populares en la ciudad. La jornada de ayer, día grande del Apóstol, se vivió con especial atención en el barrio. Los ourensanos salieron a la vía públi ca para seguir de cerca la tradicional procesión en honor al santo y recorrer con gran devoción las calles más céntricas de A Ponte. La marcha estuvo acompañada en todo momento de la banda municipal. Seguidamente, tras la llegada al templo, comenzó la misa solemne que congregó a numerosos fieles.
A pesar de que el tiempo no acompañó y minutos antes de finalizar la misa se puso a lloviznar, hubo una gran afluencia de gente, muchos tuvieron que escuchar la misa desde fuera de la Iglesia. A la procesión asistieron algunas autoridades de la ciudad; el alcalde, Francisco Rodríguez; la concejala de Educación, Ana Garrido; la concejala de Urbanismo, Aurea Soto; el portavoz del PP, Enrique Nóvoa, entre otros ediles populares y socialistas de la Corporación. No había, sin embargo, ninguno del BNG.
Después de la misa y con el cielo encapotado el elenco municipal fue guiado por la banda de música hasta la Sociedad A Troya encargada de la organización de las fiestas, donde les esperaba la actuación de la rondalla Alecrín.
La organización preparó en las parrillas en torno a 2.000 chuletones de ternera, que al precio de 12 euros se podían degustar con patatas, pimientos, pan y vino de O Ribeiro. La proximidad de las fiestas de la parroquia atrajo a un buen número de emigrantes de Garabás repartidos por diferentes comunidades del Esta do, Francia, Suiza, Andorra e incluso América. La lluvia hizo su aparición de forma intermitente, si bien los comensales estuvieron resguardados bajo una gran carpa para degustar el menú bajo los acordes de dos grupos musicales. Los más de 30 merdomos, vecinos que se encargan de la organización del San Pantaleón, se emplearon a fondo en el asado de la carne, la venta de los tickets de comida en las taquillas y la atención del bar, que registró una buena afluencia de clientes durante todo el día.
Mientras, en Ourense, el barrio de A Ponte celebró a lo grande las fiestas en honor a Santiago. Música, fuegos, diversión y devoción son los ingredientes de unas fiestas muy populares en la ciudad. La jornada de ayer, día grande del Apóstol, se vivió con especial atención en el barrio. Los ourensanos salieron a la vía públi ca para seguir de cerca la tradicional procesión en honor al santo y recorrer con gran devoción las calles más céntricas de A Ponte. La marcha estuvo acompañada en todo momento de la banda municipal. Seguidamente, tras la llegada al templo, comenzó la misa solemne que congregó a numerosos fieles.
A pesar de que el tiempo no acompañó y minutos antes de finalizar la misa se puso a lloviznar, hubo una gran afluencia de gente, muchos tuvieron que escuchar la misa desde fuera de la Iglesia. A la procesión asistieron algunas autoridades de la ciudad; el alcalde, Francisco Rodríguez; la concejala de Educación, Ana Garrido; la concejala de Urbanismo, Aurea Soto; el portavoz del PP, Enrique Nóvoa, entre otros ediles populares y socialistas de la Corporación. No había, sin embargo, ninguno del BNG.
Después de la misa y con el cielo encapotado el elenco municipal fue guiado por la banda de música hasta la Sociedad A Troya encargada de la organización de las fiestas, donde les esperaba la actuación de la rondalla Alecrín.
