El Ministerio de Transportes salió ayer al paso de la controversia generada por el primer boceto del plan que ha puesto en marcha para renovar el mapa de concesiones de autobuses en las rutas estatales, que busca entre otras cosas reducir las paradas intermedias y que, en el caso de la provincia de Ourense, dejaría a seis concellos (Allariz, Ribadavia, A Rúa, Riós, Trasmiras y A Mezquita) sin posibilidad de que allí se subiesen o bajasen viajeros, una cifra que en Galicia asciende a 23 municipios y en España 1.417.
El Gobierno ha querido atajar esta polémica defendiendo su trabajo inicial y puntualizando que “será un proceso muy participativo, que evolucionará y que todo es negociable”, dijo refiriéndose a la eliminación de paradas y al poner finales de 2024 como fecha para renovar las concesiones.
“No se va a minar la movilidad de nadie, quedarse sin parada no supondrá quedarse sin servicio, habrá uno complementario como un servicio autonómico o un taxi a demanda”, aseguran fuentes ministeriales, garantizando que “habrá compensaciones” a las Comunidades Autónomas, con las que empezarán a tener reuniones bilaterales para concretar el nuevo mapa concesional.
Desde Transportes, recordaron que las paradas que se suprimen apenas tienen demanda en rutas entre autonomías, por lo que el objetivo es centralizar todo en las ciudades o determinadas cabeceras de comarca (en la provincia resistirían Ourense, Carballiño, Xinzo, Verín y A Gudiña). “Es un modelo que impera en Europa y el diseño que proponemos es para optimizar dando el mismo servicio, ya que el despilfarro no beneficia a nadie”, subrayan en Transportes, que aseguran que la modificación de los itinerarios y la reducción de paradas intermedias “supondrán mejores tiempos -hablaron de una media de 20 minutos. y tarifas menores -hasta un 30%, dijeron-”. Se hizo hincapié, también, en que los actuales servicios “tienen su origen en la primera mitad del siglo XX y que nunca hubo cambios relevantes”.
Críticas
La Xunta no ha recibido bien el plan del Gobierno central para renovar las concesiones de transporte y la conselleira de Infraestruturas, Ethel Vázquez, habla directamente de una “condena al rural” y exige que abandone su hoja de ruta. “Es incomprensible que nos pretenda vender como bueno y beneficioso un plan que disminuye servicios, elimina paradas y obliga a trasbordos”, dijo.
También se pronunció el secretario xeral del PSdeG, Valentín González Formoso, criticando lo que considera un “recorte”, pero reprochó también al Gobierno gallego su postura, diciendo que “é unha mostra de deixadez co territorio”.
