En el segundo pulso interno en el PSOE ourensano en poco más de un mes, ambos sectores del partido tienen razones para sonreír de cara al próximo proceso orgánico que tendrá lugar, la elección del secretario provincial. Los resultados de este sábado, con el bando “oficialista” que apoyaba a Gonzalo Caballero imponiéndose en el conjunto de la provincia por más de un centenar de votos pese a ceder ante los que apoyaban a Valentín González Formoso en la agrupación de la ciudad, no se han salido del guion esperado y todos velan ya armas para lo que está por venir.
Nadie duda de que el actual secretario provincial, Rafael Rodríguez Villarino, optará a un segundo mandato y que tendrá que someterse a unas primarias para conseguirlo. “Sin duda, va a haber confrontación”, apuntan fuentes de la dirección, que pese a la derrota de Caballero en el conjunto de Galicia, puede presumir de mantener el apoyo mayoritario entre la militancia de la provincia. “Creemos que el resultado aquí es un aval a nuestras tesis y al proyecto”, añaden.
Caballero se impuso a Formoso en 13 de los 21 centros de votación habilitados en Ourense, imponiéndose sin discusión en Amoeiro (25 votos a 1), Carballiño (56 a 20), Celanova (35 a 15), Entrimo (23 a 2), O Barco (25 a 8), Riós (35 a 5) y Verín (33 a 9). Mientras, Formoso no tuvo rival en las agrupaciones de Carballeda de Avia (12 votos por cero de su rival), Castrelo do Val (12 a 1), Ribadavia (43 a 20) y Xinzo (31 a 10).
El mejor sabor de boca para los afines a Formoso y críticos con la actual dirección provincia llegó con la victoria en la ciudad, 26 votos de diferencia que dan la vuelta al proceso celebrado en septiembre para la elección de los delegados al Congreso Federal, en la que los “oficialistas” fueron los más apoyados. Con todo, los resultados siguen dejando clara la división que hay en la principal agrupación del partido y auguran una difícil relación en el futuro, máxime cuando toca renovar la ejecutiva local, disuelta hace casi dos años dejando al partido en una interinidad con una gestora al frente, precisamente uno de los motivos que más ha tensionado las relaciones y abocado en los últimos procesos orgánicos a votaciones para elegir delegados en los congresos que podían ser pefectamente evitables.
La victoria de Formoso y su próxima proclamación dan alas a su sector y, dado que se da por descontado que el coruñés buscará que un afín ocupe el liderazgo en la provincia, ya suenan nombres como el de la exdiputada Noela Blanco, que ha vuelto a primera línea con la renovación orgánica que afronta el partido y que ya compitió hace cuatro años con Villarino por el puesto de secretario general en Ourense.
Pese a las batallas que se avecinan, ambos bandos, sin embargo, sí coinciden (al menos, públicamente) en que también es momento de tender puentes para fortalecer al partido, hablando de esa necesaria integración que siempre se menciona tras un proceso de estas características. “Es lo que vamos a hacer, le deseamos todo el éxito y que consiga unir al partido acertando con los nombres y las estrategias. Hay que ponerse a su lado”, apuntan desde la dirección provincial pese al revés de la derrota de Caballero. Un guion, por otra parte, esperado en la familia del PSOE ourensano. En las próximas semanas, nuevos capítulos.
