El alcalde socialista de la ciudad sigue esperando a que Santiago o Ferraz pongan firmes a los concejales que plantan las reuniones de grupo

Habrá medidas contra los ediles díscolos, pero 'cuando proceda'

Jornada de transición en la crisis de gobierno del Concello de Ourense, a la espera de que se materialicen las sanciones contra los ediles díscolos -al menos contra cuatro de los cinco- y de que la ejecutiva gallega, con el isto bueno de la federal cierre definitivamente el conflicto; o de que el alcalde, Agustín Fernández, adopte alguna medida contundente para solucionar el problema.
Pero el regidor sólo lo hará cuando proceda, 'no momento que considere oportuno', si bien evitó concretar ayer -en un acto en la Praza de Abastos- qué tipo de decisión medita o los plazos que maneja para hacerlo. En todo caso, sí añadió que podría dar a conocer algunas de estas iniciativas 'durante esta semana'.

El regidor tampoco quiso entrar a valorar el expediente abierto el lunes por la ejecutiva provincial a la secretaria de la agrupación local y persona de su confianza, Carmen Rodríguez Dacosta, aunque recordó que son 'a executiva nacional o federal' las encargadas de tomar resoluciones y que la primera ya adoptó un acuerdo respaldado de forma unánime que, sin embargo, no ha podido cerrar la crisis.

Agustín Fernández ya había asegurado la semana pasada que analizaría si la ausencia de los concejales díscolos de la reunión del grupo municipal -que se repitió este martes- y de la junta de gobierno estaba fundamentada o si, por el contrario, era un incumplimiento del acuerdo de la ejecutiva gallega, que insta a los concejales del grupo a cumplir con sus obligaciones como tales y como militantes. Pero ahí quedó la cosa, sin clarificar.

Mientras, los cuatro ediles a los que la ejecutiva local abrió expediente -Antonio Rodríguez Penín, María Devesa, Alfonso Rodríguez Vilachá y Mónica Vázquez, ya que Susana Bayo está afiliada en otra agrupación- aseguraban ayer no haber recibido ninguna notificación sobre la propuesta del instructor de abrir un proceso disciplinario contra ellos por haber abandonado una votación en el pleno del pasado 13 de diciembre. Sí se sabe algo más del expediente abierto por la provincial a Carmen Rodríguez; la falta muy grave por convocar y celebrar una asamblea local que le habían desautorizad podría conllevar la suspensión de militancia e inhabilitación para cargos orgánicos y públicos dependientes del partido por más de 18 meses y hasta un máximo de tres años.

En el PSOE local siguen confiando en una resolución de la ejecutiva gallega, desde cuya dirección se insistía ayer en que las medidas, no se sabe cuáles, 'se aplican y no se anuncian'. Fuentes próximas a esta dirección entienden que Ferraz las respaldará, en relación a la visita a Santiago -mañana- del número tres del PSOE estatal, Óscar López, para abordar cuestiones relativas a las elecciones europeas, en un encuentro en el que se podría tratar la crisis ourensana.

La intervención de Óscar López fue valorada de forma positiva por el secretario provincial, Raúl Fernández, ya que, a su juicio, 'todo o que sexa contribuír, estará ben'. Aunque matizó que la visita de López es para preparar las elecciones europeas y hablar de las primarias, Fernández ve 'oportuno' que 'todos' los órganos del PSOE hagan 'o posible por solucionar o de Ourense'.

Ante esta situación, el secretario xeral de los socialistas gallegos, José Ramón Gómez Besteiro, negó ayer que la crisis esté retrasando la 'labor municipal' y defendió que 'a la gente no le preocupan estas cuestiones'. Besteiro sostuvo que 'nunca' se sintió 'condicionado' cuando se trata de 'procesos disciplinarios internos' pero defendió que esta cuestión no debe 'despistar' al partido sobre los problemas 'de los gallegos'.

Mientras, el exsecretario de organización, Pablo García, rechazó ayer valorar la actuación de su sucesora, Pilar Cancela, y reservó su opinión.

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