HEMEROTECA

La historia de Candiolo: 68 años encerrado en su habitación de Cea

candiolo
photo_camera Cándido López, junto a su sobrina política, Elena Ferro.

Un caso en Dos Hermanas trae a la memoria a Cándido López, al que sus padres decidieron recluir tras una meningitis mal curada. Casi siete décadas de encierro, "limpio y bien alimentado". La Región desveló un episodio que tuvo amplia repercusión en marzo del 2000

Cuando lo sacaron a la terraza de su casa de Cea, le pusieron unas gafas de sol. Se quedó mirándolo todo: la calle, las casas, el cielo, la gente. Hacía 68 años que no estaba al aire libre.

Fueron sus padres los que decidieron encerrar a Cándido López en su habitación. Era 1932 y él tenía 21 años. Unos meses antes le habían diagnosticado una meningitis. "O Candiolo quedou algo mal da enfermidade, pero non era agresivo. O que pasa é que facía cousas raras. Había una moza que lle gustaba, Margot, e tiñase espido diante dela, pero o facía cantando", recordaba un vecino del pueblo tras la publicación en La Región de una historia que tuvo amplia repercusión en marzo del 2000.

"Esta es la historia de un inocente", clamaba su sobrina política, Elena Ferro. Ella lo cuidaba junto a su marido, Celso López, tras morir sus padres. En la vivienda también vivía una hermana del "encerrado", Felisa, que fallecería unos días antes de que Ferro abriese la casa a Sabela Pinal, periodista de La Región. "Nunca fixo mal a ninguén", relataba.

IMG_0542Este caso de reclusión forzosa puede recordar al escabroso suceso de Dos Hermanas que conocimos hace unos días. En un palomar, un hombre estuvo encerrado varios años por sus dos hermanos, que querían controlarle la pensión. Vivía en condiciones inhumanas. Aquí el escenario era diferente. "Está limpio y bien alimentado", explicaban desde Servicios Sociais, que añadieron que tenían constancia del caso desde 1990, y que no intervinieron en su situación porque, dicen, respetaron "los criterios de la familia".  Tampoco escondía la historia de Candiolo una motivación económica. Solo miedo.

Al parecer, por Cea se empezó a correr el rumor de que Cándido López "se echaba a las mujeres".  Una noche del invierno del 32, desapareció de casa. Lo encontró a la mañana siguiente una rapaza del pueblo. Saladina contó que estaba muerto de frío, agarrado a una verja y desnudo: "O Candiolo está espido!". Ese día sus padres tomaron la decisión de encerrarlo.

68 años de encierro

Llegó la Guerra Civil, la Dictadura, la democracia y la Transición. Felipe González y Aznar. Y el Candiolo seguía en su habitación. Para los vecinos de Cea de más edad se fue convirtiendo en una leyenda: "Sabíamos de oídas que un home levaba moitos anos sin saír da súa habitación… pensábamos que si levaba tanto tempo encerrado se debería a que tería algunha deformidade".

Mientras era olvidado por sus vecinos, Cándido perdía también la capacidad para hablar y andar de pie. "El primer día que le dejamos la habitación abierta, salió en cuclillas hasta el marco de la puerta, miró a un lado y otro del pasillo y volvió a meterse en cama", explicaba su sobrina, decidida, a sacar de su aislamiento a un hombre de 89 años que vivió casi siete décadas metido en una alcoba. "A veces nos sorprende con palabras nuevas, y las que más recuerda son los juramentos". Para la sesión de fotos para el periódico, Elena Ferro guardó  un truco: "Es hora de comer". Candiolo se desperezó para retirar la ropa de la cama y sentarse a esperar. Tras un par de tentativas, miró con atención a la cámara de fotos: "Seguro que le gustaría jugar con los botones como hace con la radio".

Te puede interesar