La hostelería ourensana ve perdida esta Navidad y exige "compensaciones"

Ourense. 13/11/2020. PProtesta de los hosteleros en la praza maior de Ourense.
Foto: Xesús Fariñas
photo_camera Los hosteleros, en la última concentración, el 13 de noviembre. (Foto: Xesús Fariñas)
El sector vuelve a las calles hoy para decir "basta ya" ante el retraso de las ayudas y se siente "impotente" por las incertezas

La hostelería ourensana alcanza el cénit de su desesperación y vuelve este jueves a las calles para exigir ayudas y "compensaciones", pero también para pedir "certezas" ante el compendio de propuestas navideñas que apuesta por restringir los grupos, ante lo que ya dan la Navidad prácticamente por perdida. 

"Se escuchan cosas, pero a día de hoy, nadie sabe nada. Solo hay incertidumbre. Las autoridades dicen que nos comprenden y no ponen soluciones encima de la mesa, que todo es complicado. Pero lo que parece que no saben es que más complicado es montar un negocio de cero", clama Rubén Gil, propietario del Tamarindo Bar, y uno de los representantes de la asociación Véxote nos Viños. 

Esta asociación, junto a otras tres (Cociña Ourense, Unión de Hosteleros y Asociación de Hostalaría e Restauración Ourensá) convocan para hoy una manifestación, tras una semana de tregua, que esperan sea multitudinaria, respetando todas las medidas higiénicas, para decir "basta ya" a las instituciones, reclamar que "todos somos esenciales" y llaman a toda la sociedad ourensana a acompañarlos a  las 20,00 horas desde la Praza Maior en un circuito por las calles de la ciudad.

Incomprensión

Rubén Gil cree que Ourense "está pagando más que el resto, es una barbaridad y parece que la hostelería lo está pagando todo". Quique Fidalgo, del Frade, tiene "la la impresión de que por bien que vayamos estamos castigados, porque fuimos los primeros, y ahora seguimos castigados". Y algo que se extiende en todo el sector. Miguel González, de Cociña Ourense, insiste en la búsqueda de certezas, más allá que en el ruido en torno a cómo será la Navidad. "Lo que queremos es tener cosas claras, concretas y no entrar en un juego político", explica. Al igual que sus otros compañeros de gremio, sostiene que Ourense "es la provincia más perjudicada" en la toma de decisiones y que los políticos deben "respaldarnos y ayudarnos". 

La vorágine de reuniones con el alcalde de Ourense, de momento infructuosas, o los anuncios de la Xunta, deben "concretarse", añade Fidalgo. Asegura que el sentir de los hosteleros ourensanos es de frustración por ver cómo nada acaba cristalizando: "Seguimos esperando compensaciones que no llegan nunca". 

A esto se suma el borrador del Gobierno central, que abre la puerta a reabrir en  Navidad pero con seis personas máximo y limitación horaria. "Ahora nos están vendiendo que vamos a salvar la Navidad, pero como la conocíamos no va a existir, todos los banquetes de los que vivíamos en estas fechas desaparecen. Es un caramelo envenenado. Cuántas reservas cogemos, cuántos productos compramos, qué productos, para cuánta gente", se pregunta González, que recuerda que "esto no se organiza en cinco días" y que la hostelería "no es un juego". 

Y es que ya no hay reservas ni para cenas de trabajo, ni de grupo, ni familiares, y dan por hecho que no las habrá. "Basta ya de que nos vendan milagros. Si sumamos todo lo que desaparece, lo que nos dan es insignificante. Que no nos digan que salvamos las Navidades", lamenta.

Incertidumbre

Fidalgo también incide en la incertidumbre que aportan las administraciones con el plan navideño. "¿Qué hacemos los hosteleros de la ciudad cuando nos digan que abrimos de un día para otro? Tenemos que tirar un montón de mercancías que ya no nos sirven, nos metemos en gastos para volver a abrir sin saber exactamente lo que ocurrirá y si las restricciones que nos impongan servirán para soportar los gastos". 

Para Rubén Gil, propuestas como que en Fin de Año o Nochebuena puedan abrir la mano no deja de ser "otra propuesta de las que se van lanzando poco a poco". Él, como otros muchos de su sector, tras lo que ha pasado, prefiere ser cauto. "Certeza de cuándo podremos abrir o cómo podremos abrir no tenemos. No tenemos nada". 

Por eso insiste Gil en que ya que están "condenados" se haga ya, tanto a nivel Concello como Xunta, "que nos den ayudas". Este viernes se volverán a reunir con todos los partidos y los técnicos. "Hemos trasladado una solución, a través de una entidad financiera, pero son ellos los que tienen que decir el 'sí quiero". Afirma que, por parte de los hosteleros, sienten "impotencia", porque solo "son buenas palabras y que todas las soluciones son complicadas". 

Sin acuerdo político

Desde el PP de la ciudad, Flora Moure insistía ayer en que "estamos esperando a que el resto de grupos se pronuncie sobre el pacto municipal de la hostelería que hemos propuesto. Es importante y de urgente necesidad. No se puede demorar su aplicación". 

Desde la Federación Provincial de Hostelería se suman a la propuesta que ha enviado el gremio en Galicia para una "reapertura progresiva" que empiece por permitir que los negocios puedan abrir al público al menos hasta las 17,00 horas "y que se permita le reunión de grupos de hasta seis personas no convivientes". 

Desde la federación de hosteleros ourensanos hablan de "desesperación" del sector y recuerdan que "esto ya no es sostenible más en el tiempo". Comprenden que la "falta de rapidez" en las ayudas está crispando a todos y creen que "todo lo que no sea abrir todo diciembre supondrá dar por perdida la Navidad". 

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