Los recientemente finalizados trabajos de restauración de la policromía del Pórtico del Paraíso de la Catedral de Ourense tuvieron ayer su acto de 'inauguración' institucional con la visita del conselleiro de Cultura, Xesús Vázquez, que comprobó de primera mano el resultado de las actuaciones acompañado del obispo de Ourense, Leonardo Lemos; la directora xeral de Patrimonio Cultural, María del Carmen Martínez, y el subdelegado de la Xunta en Ourense, Rogelio Martínez.
El recorrido de las autoridades incluyó una visita a la capilla de San Juan, que será el siguiente punto a restaurar en el templo de la capital. El conselleiro anunció que el inicio de estas actuaciones se producirá 'o día 7 ou 8 de xaneiro', una vez terminen las vacaciones navideñas. En concreto, la restauración comprenderá trabajos en las vidrieras, el retablo y los paramentos exteriores e interiores, así como la solución de los problemas de humedad y un saneamiento del patín norte. Cultura ha establecido un plazo de ejecución de la obra de ocho meses, aunque Xesús Vázquez estima que la capilla podría reabrirse al público en seis.
Durante este año se prevé que se realice, además, la segunda fase de los trabajos de restauración en las cubiertas -la primera ya se efectuó en 2012-, donde se solventarán de forma definitiva los problemas de humedades de la Catedral, y tal y como explicó Xesús Vázquez, 'xa está feito o traballo preliminar para sacar a redacción da restauración da fachada norte', una labor que, pese a su urgencia por la grave situación de deterioro en la que se halla la puerta, no es prioritaria para el conselleiro, que ve más importantes los trabajos a acometer en las cubiertas.
Durante este año se prevé que se realice, además, la segunda fase de los trabajos de restauración en las cubiertas -la primera ya se efectuó en 2012-, donde se solventarán de forma definitiva los problemas de humedades de la Catedral, y tal y como explicó Xesús Vázquez, 'xa está feito o traballo preliminar para sacar a redacción da restauración da fachada norte', una labor que, pese a su urgencia por la grave situación de deterioro en la que se halla la puerta, no es prioritaria para el conselleiro, que ve más importantes los trabajos a acometer en las cubiertas.
