Los problemas económicos registrados en los últimos meses motivaron ayer que la constructora Egano decidiese cerrar sus puertas, dejando en la calle a 60 empleados, incluidos también los de su filial promotora, Egonor. El gerente de las firmas mantuvo una reunión con los representantes sindicales en la que explicó que está dispuesto a colaborar en lo posible -hoy presentará la suspensión de pagos- y atribuyó el cierre al descenso de actividad del sector y a los impagos de las promotoras para las que trabaja.
Con las puertas cerradas. Así se encontraron los trabajadores de la constructora Egano y la promotora Egonor ayer, cuando acudieron a la sede de las empresas en A Valenzá. Parte de ellos ya habían sido advertidos por el propio gerente, que la medianoche anterior los había llamado por teléfono para informarles del cierre por problemas económicos.
Ante esta situación, los trabajadores llamaron a la Inspección de Trabajo, que levantó acta del cierre. Después de la confusión registrada durante la jornada mantinal, el empresario, Emilio González López, mantuvo una reunión con los representantes del comité de empresa, integrado por UGT y CIG, en la que les comunicó que estaba dispuesto a colaborar en todo lo posible y dar la cara, no a huir como ocurrió en otros casos de cierre de constructuras. Añadió, asimismo, que hoy acudirá al juzgado a presentar suspensión de pagos y que está dispuesto a entregar la carta de despido a los empleados, para que puedan acceder al paro.
Sobre las causas del cierre, el empresario aludió a que había optado por esta salida para que no empeorase la situación de problemas económicos, derivados de retrasos o impagos por parte de los promotores para los que trabaja (ya que no construye directamente, sino para otras promotoras).
Si bien los sindicatos no disponían ayer del número exacto de trabajadores, señalaban que el último dato actualizado (hace un mes) era de seis empleados en Egonor y sobre 50 en Egano, si bien creen que desde entonces hubo algunas bajas.
Los trabajadores explicaron que, si bien habían cobrado todas las nóminas al día, ya en los últimos meses sospechábamos que las cosas no iban bien, según indicaba ayer uno de los empleados, Ernesto Gómez.
La firma trabajaba actualmente en 14 obras, cinco de ellas en la ciudad (Lamas Carvajal, A Saínza, Parque de San Lázaro, Avenida de Portugal y Otero Pedrayo), así como dos en Carballiño, una en Chantada, otra en Lugo, dos en Vigo y tres en Madrid. Los trabajadores estimaban que podría estar construyendo entre 400 o 500 viviendas, pero desconocían la proporción que estaba vendida, al ser otras empresas las titulares de las promociones.
Los constructores niegan dificultades
El presidente de la Asociación de Constructores de Ourense, Eligio Nieto, no entró ayer a profundizar sobre la situación de la empresa, ya que no pertenece a la citada entidad. No obstante, señaló que no tiene constancia de que existan otras empresas en Ourense que estén atravesando dificultades económicas graves, que puedan llevar a situaciones similares. Según explicó, la crisis llegó al sector inmobiliario ourensano con más retraso que a otras regiones españolas, lo que permitió a los empresarios prepararse para las dificultades que se avecinaban. Además, indicó que no hay promotoras con grandes bolsas de suelo, como ocurre en otras regiones, y que la mayoría de las promotoras ourensanas cuentan con una amplia trayectoria, no son advenedizos que se apuntaron al bum del sector, sostiene.
Preocupación
Asimismo, Nieto señala que ya no es tan fácil acceder a financiación como hace unos años, explica que la relación con las entidades financieras es buena, porque la mayoría de empresas son solventes. Sobre el volumen de empleo, sostiene que en los últimos meses está estable y cree que será posible mantener este nivel, al menos a corto plazo.
No obstante, otros profesionales del sector inmobiliario ourensano no comparten esta opinión sobre el sector y advierten de la existencia de grandes dificultades de ventas en los últimos meses, por lo que sí temen que esta situación pueda volver a producirse.
Ante esta situación, los trabajadores llamaron a la Inspección de Trabajo, que levantó acta del cierre. Después de la confusión registrada durante la jornada mantinal, el empresario, Emilio González López, mantuvo una reunión con los representantes del comité de empresa, integrado por UGT y CIG, en la que les comunicó que estaba dispuesto a colaborar en todo lo posible y dar la cara, no a huir como ocurrió en otros casos de cierre de constructuras. Añadió, asimismo, que hoy acudirá al juzgado a presentar suspensión de pagos y que está dispuesto a entregar la carta de despido a los empleados, para que puedan acceder al paro.
Sobre las causas del cierre, el empresario aludió a que había optado por esta salida para que no empeorase la situación de problemas económicos, derivados de retrasos o impagos por parte de los promotores para los que trabaja (ya que no construye directamente, sino para otras promotoras).
Si bien los sindicatos no disponían ayer del número exacto de trabajadores, señalaban que el último dato actualizado (hace un mes) era de seis empleados en Egonor y sobre 50 en Egano, si bien creen que desde entonces hubo algunas bajas.
Los trabajadores explicaron que, si bien habían cobrado todas las nóminas al día, ya en los últimos meses sospechábamos que las cosas no iban bien, según indicaba ayer uno de los empleados, Ernesto Gómez.
La firma trabajaba actualmente en 14 obras, cinco de ellas en la ciudad (Lamas Carvajal, A Saínza, Parque de San Lázaro, Avenida de Portugal y Otero Pedrayo), así como dos en Carballiño, una en Chantada, otra en Lugo, dos en Vigo y tres en Madrid. Los trabajadores estimaban que podría estar construyendo entre 400 o 500 viviendas, pero desconocían la proporción que estaba vendida, al ser otras empresas las titulares de las promociones.
Los constructores niegan dificultades
El presidente de la Asociación de Constructores de Ourense, Eligio Nieto, no entró ayer a profundizar sobre la situación de la empresa, ya que no pertenece a la citada entidad. No obstante, señaló que no tiene constancia de que existan otras empresas en Ourense que estén atravesando dificultades económicas graves, que puedan llevar a situaciones similares. Según explicó, la crisis llegó al sector inmobiliario ourensano con más retraso que a otras regiones españolas, lo que permitió a los empresarios prepararse para las dificultades que se avecinaban. Además, indicó que no hay promotoras con grandes bolsas de suelo, como ocurre en otras regiones, y que la mayoría de las promotoras ourensanas cuentan con una amplia trayectoria, no son advenedizos que se apuntaron al bum del sector, sostiene.
Preocupación
Asimismo, Nieto señala que ya no es tan fácil acceder a financiación como hace unos años, explica que la relación con las entidades financieras es buena, porque la mayoría de empresas son solventes. Sobre el volumen de empleo, sostiene que en los últimos meses está estable y cree que será posible mantener este nivel, al menos a corto plazo.
No obstante, otros profesionales del sector inmobiliario ourensano no comparten esta opinión sobre el sector y advierten de la existencia de grandes dificultades de ventas en los últimos meses, por lo que sí temen que esta situación pueda volver a producirse.
