La Policía Nacional detuvo al inculpado a raíz del reconocimiento hecho por el denunciante, quien dijo que conocía de vista a uno de sus agresores porque habían coincidido ambos en la prisión de Pereiro de Aguiar.
El fiscal reclamó siete años de prisión para Juan Carlos G.P. por un delito de robo con violencia en las personas y otro de lesiones con uso de instrumento peligroso. Según dijo ayer, fue una de la dos personas que abordaron a A.F.F. cuando se disponía a entrar al portal de su casa el 16 de febrero de este año. La víctima no sólo se quedó sin su teléfono móvil sino que recibió golpes con un "pico de loro" (una especie de alicate).
El inculpado negó su participación en el robo, asegurando que en la noche de los hechos estaba cuidando de su esposa, que es minusválida. Esta última también ratificó esa versión cuando declaró en calidad de testigo.
La Policía Nacional detuvo al inculpado a raíz del reconocimiento hecho por el denunciante, quien dijo que conocía de vista a uno de sus agresores porque habían coincidido ambos en la prisión de Pereiro de Aguiar.
La letrada de Juan Carlos G.P. cuestionó esa identificación porque no la realizó el día de la agresión, una cuestión por la que también se interesó el ministerio fiscal en su interrogatorio. Al perjudicado, ironizó la abogada, "le volvió la memoria en el plazo de unos días". Asimismo, enfatizó que la primera descripción dada de los asaltantes no coincide con la de su cliente.
