Seis individuos, uno armado con una escopeta, asaltaron en la madrugada de ayer la vivienda de un vecino de Santantuiño (Baltar), Fernando López (85 años) al que empujaron por unas escaleras y, tras amenazarlo, le robaron 2.000 euros que tenía en dos sobres en su habitación.
El robo violento se produjo a las 04,00 horas después de que los ladrones forzarán con un hierro la puerta de la vivienda, que está a unos 400 metros del resto de casas. La víctima estaba en cama y los golpes la despertaron, por lo que se levantó de inmediato, acercándose a las escaleras para oír con claridad.
La vivienda consta de planta baja y un primer piso. Fernando López tenía intención de llegar hasta la puerta para comprobar lo que había pasado, pero, cuando estaba en medio de las escaleras, se topó con los ladrones, que lo empujaron hasta tirarlo al suelo. El octogenario recordaba ayer que le dijeron que no se moviera, que no le iba a pasar nada, pero le reclamaron el dinero que hubiera en la casa.
Fernando López les entregó los dos sobres, pero los individuos revolvieron todo el inmueble a la búsqueda de más dinero. Después, le indicaron que no se moviera, que se metiera en cama y no avisara a nadie de lo sucedido, amenazándole con que ellos se quedarían en la planta baja comiendo uno de los jamones que había en el inmueble. Los ladrones amontonaron los jamones en una esquina del bajo por lo que la víctima no supo precisar si comieron o se llevaron alguno. Eso sí, se apoderaron de una escopeta, propiedad del yerno del octogenario.
Fernando López obedeció todas las instrucciones y permaneció en su habitación hasta las tres de la tarde de ayer cuando fue a visitarlo su hija.
La vivienda consta de planta baja y un primer piso. Fernando López tenía intención de llegar hasta la puerta para comprobar lo que había pasado, pero, cuando estaba en medio de las escaleras, se topó con los ladrones, que lo empujaron hasta tirarlo al suelo. El octogenario recordaba ayer que le dijeron que no se moviera, que no le iba a pasar nada, pero le reclamaron el dinero que hubiera en la casa.
Fernando López les entregó los dos sobres, pero los individuos revolvieron todo el inmueble a la búsqueda de más dinero. Después, le indicaron que no se moviera, que se metiera en cama y no avisara a nadie de lo sucedido, amenazándole con que ellos se quedarían en la planta baja comiendo uno de los jamones que había en el inmueble. Los ladrones amontonaron los jamones en una esquina del bajo por lo que la víctima no supo precisar si comieron o se llevaron alguno. Eso sí, se apoderaron de una escopeta, propiedad del yerno del octogenario.
Fernando López obedeció todas las instrucciones y permaneció en su habitación hasta las tres de la tarde de ayer cuando fue a visitarlo su hija.
