El infierno de unos padres en Ourense: se mudaron por el acoso de su hija

Cerradura rota.
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El padre tuvo que cambiar la cerradura varias veces porque “Carmen les quitaba las llaves y entraba”, asegura la jueza.

El acoso al que sometió Carmen D.F. a sus padres, obligándoles a cambiar de domicilio, ha sido penalizado por el Juzgado Penal 1 con seis meses de prisión y la prohibición de aproximarse y comunicarse con ellos durante cuatro años. La inculpada ya tenía prohibido acercarse a sus progenitores en 2018 por un delito leve de coacciones, pero acudía “continuamente” a la casa familiar en la Plaza de la Legión.

El padre tuvo que cambiar la cerradura varias veces porque “Carmen les quitaba las llaves y entraba”, asegura la jueza. La hija timbraba al telefonillo, además de gritar desde la calle para proferir insultos. En diciembre de ese año, los denunciantes hasta optaron por mudarse de casa. Pese a ello, la acusada no cesó y siguió molestando a sus padres.

 La madre incluso dejó de ir a jugar a las cartas para evitar a su hija y salía sin dinero y móvil para que no se lo arrebatase.

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