La foto de la obra pública ourensana, más allá de proyectos en marcha o adjudicados, se completa con aquellas promesas que Xunta y Gobierno central han realizado y que deben concretar en una licitación a lo largo de este año o el próximo.
Entre las promesas de calado, destaca la parte ferroviaria de la estación intermodal de Ourense, cuyas obras ha prometido sacar a concurso antes de julio de este año la ministra de Transportes, Raquel Sánchez, con inversiones para completar el complejo que ascienden a 140 millones para reformar la terminal o mejorar la permeabilidad entre barrios. También requerirá una importante apuesta económica, que el Gobierno central ha prometido sacar a concurso este año, el saneamiento integral del río Barbaña, un ambicioso plan de unos 30 millones.
Sin una fecha concreta, el Ejecutivo de Pedro Sánchez también debe cumplir con los tramos pendientes de la variante exterior entre Seixalbo y Montealegre, los que precisan una mayor inversión, de unos 350 millones.
Xunta
Mientras, en lo que respecta a la Xunta, los compromisos que el Gobierno gallego ha puesto sobre la mesa en esta legislatura son también cuantiosos, destacando por ejemplo la construcción de la nueva sede autonómica en la ciudad de As Burgas para unificar allí todos los servicios, cuyo coste se estima en unos 18 millones.
La ampliación del Polígono de San Cibrao requerirá la urbanización de 340.000 metros cuadrados (10 millones de euros) ahora pertenecientes a la Tecnópole. En este enclave, el Gobierno gallego tiene previsto ubicar también el futuro Centro de Ciberseguridad de Galicia (3,5 millones).
La revalorización de la Fortaleza de Monterrei, con 14 millones procedentes de fondos europeos, o la mejora de la carretera OU-540 hasta la frontera portuguesa (unos 10 millones) son también otros de los compromisos proyectados.
Otras inversiones
La Diputación tiene entre manos también otro ambicioso proyecto como es transformar el Pazo Provincial en un hotel balneario invirtiendo unos 14 millones, una cifra ligeramente superior a los 12 millones que la Fundación Amancio Ortega prevé gastar en una residencia de mayores en la ciudad.
