La Audiencia Nacional podría asumir la investigación judicial abierta tras el hallazgo de un artefacto explosivo en una pizarrera de Vilamartín. Éste es el órgano que asume los delitos de terrorismo y hasta allí serán remitidas las diligencias previas realizadas por los investigadores en la nave. Mientras, continúan las pesquisas para intentar identificar a las personas que colocaron el artefacto en la empresa, sin que hasta ayer hubiera sido reivindicado por ningún grupo. La pizarrera volverá hoy a la normalidad.
La investigación judicial sobre el artefacto explosivo hallado en una nave de Pizarras Gallegas S.A., ubicada en Vilamartín de Valdeorras, podría llegar a la Audiencia Nacional. No en vano, éste es el órgano judicial que se encarga de los asuntos de terrorismo en España y hasta allí serán enviadas las diligencias previas realizadas por la Guardia Civil sobre lo ocurrido, al considerarlo un acto terrorista. Sin embargo, el avance en la investigación podría producir cambios en este sentido dado que, hasta el momento, ningún grupo ha reivindicado la autoría, según aseguraban ayer fuentes próximas a la investigación.
No obstante, y aún sin descartar ninguna hipótesis, las sospechas iniciales de los investigadores recaen en grupos radicales, principalmente los próximos al independentismo o a tendencias antisistema, basándose en anteriores artefactos explosivos encontrados en Cangas o Nigrán, similares al hallado el sábado en Vilamartín. A pesar de ello, la Delegación del Gobierno en Galicia tampoco descartaba ayer que este artefacto pudiera responder a una reivindicación nueva al entender que otros grupos radicales suelen atacar a inmobiliarias.
Mientras prosigue la investigación, en Valdeorras, la Guardia Civil continuará recabando datos para completar las pesquisas, dentro de las cuales no sería de extrañar que se intensificara la vigilancia en el entorno de las pizarreras, dado que todo apunta a que era el sector y no la empresa en concreto el objetivo de las personas que colocaron el artefacto explosivo.
Al margen de la labor policial, fuentes próximas a la empresa pizarrera aseguraban ayer que nunca había recibido amenazas y que hoy retomaría su actividad con absoluta normalidad, una vez superado el susto de encontrarse tres kilos de explosivos dentro de una olla.
No obstante, y aún sin descartar ninguna hipótesis, las sospechas iniciales de los investigadores recaen en grupos radicales, principalmente los próximos al independentismo o a tendencias antisistema, basándose en anteriores artefactos explosivos encontrados en Cangas o Nigrán, similares al hallado el sábado en Vilamartín. A pesar de ello, la Delegación del Gobierno en Galicia tampoco descartaba ayer que este artefacto pudiera responder a una reivindicación nueva al entender que otros grupos radicales suelen atacar a inmobiliarias.
Mientras prosigue la investigación, en Valdeorras, la Guardia Civil continuará recabando datos para completar las pesquisas, dentro de las cuales no sería de extrañar que se intensificara la vigilancia en el entorno de las pizarreras, dado que todo apunta a que era el sector y no la empresa en concreto el objetivo de las personas que colocaron el artefacto explosivo.
Al margen de la labor policial, fuentes próximas a la empresa pizarrera aseguraban ayer que nunca había recibido amenazas y que hoy retomaría su actividad con absoluta normalidad, una vez superado el susto de encontrarse tres kilos de explosivos dentro de una olla.
