Jácome no se deshará de la UPO, pero quiere “liquidarla”

La Praza Maior se llenó el pasado viernes en defensa de la Universidade Popular.
photo_camera La Praza Maior se llenó el pasado viernes en defensa de la Universidade Popular.
La plataforma en defensa de la Universidade Popular califica de una “nueva cortina de humo” el anuncio del alcalde de cambiar el nombre y los cursos tras aplazar las negociaciones con la Diputación

Cuatro días después de la ruidosa manifestación celebrada en la Praza Maior para defender la continuidad de la Universidade Popular tal y como está concebida al constatarse su buena salud, el alcalde de la ciudad, Gonzalo Pérez Jácome, vuelve a la carga con sus intenciones de dar una vuelta de tuerca a la iniciativa y “liquidar” el modelo.

Al menos durante el próximo año, la UPO seguirá en manos del Concello, tras aplazarse las negociaciones que estaban en marcha con la Diputación para transferir un servicio en el que participan cada curso unos 3.000 ourensanos, Jácome, a través de una nota de prensa, justifica esta decisión en la proximidad del próximo curso, indicando que además de transferir el programa, eso implicaba también todos los locales anexos para impartir las clase.

Tras quedarse con las ganas de sacarse de encima la Universidade Popular (hace unos días mostraba su preferencia por esta idea argumentando que los ourensanos seguirían disfrutando del servicio sin asumir coste alguno), el alcalde ourensano anuncia que llevará adelante su planteamiento de acabar con el programa tal y como se estaba desarrollando.

Así, Jácome habla de “mejoras” con las decisiones de darse de baja de la Federación de Universidades Populares de España y cambiar el nombre del programa, apostando por llenar las aulas con más gente y firmar más convenios con academias y profesionales autónomos “para evitar competencia desleal”. Asimismo, el Concello asegura que muchos cursos se grabarán y se difundirán audiovisualmente para “chegar a un número ilimitado de persoas”.

Reacción

La contestación desde la plataforma creada para defender la Universidade Popular no se ha hecho esperar y para este colectivo nada ha cambiado con el anuncio realizado por Jácome, entendiendo que “solo es una cortina de humo más para llevar adelante su estrategia de desmantelamiento cultural”, recordando lo sucedido con los festivales o el Auditorio.

“Para nosotros no ha cambiado nada, seguimos igual. No vamos en contra de nadie ni tenemos tintes políticos, sino que hacemos todo esto porque el programa corre riesgo de desaparecer”, insisten portavoces de la plataforma.

De esta forma, recuerdan que con un presupuesto millonario como el que dispone el Concello, “¿cómo no se van a poder sacar 100.000 euros para algo que está funcionando, creando un problema dónde no lo había?

En relación a las acusaciones de una competencia desleal, el colectivo señala que “los profesores como máximo tienen dos talleres al año y unas 100 horas, por lo que quién puede vivir de esto? Así, urgen al gobierno municipal la convocatoria anual de los cursos, recordando que “si se quitan los números clausus, empeorará la calidad y redundará en una menor motivación de todos”. Por otro lado, entienden que “decir que hay una competencia desleal es como decir que los institutos son competencia de las academias”.

Protesta

Será el próximo viernes cuando tenga lugar la próxima acción reivindicativa de la plataforma en defensa de la UPO, que organizará una cola simbólica en la Praza Maior y las calles aledañas para entregar en Registro documentos en los que plasman sus reivindicaciones. “La manifestación fue un antes y un después, seguiremos transmitiendo a la sociedad lo que significa la UPO”, añaden desde el colectivo. La batalla continúa.

NUEVO INTENTO DEL REGIDOR PARA GANAR OFICINAS

Entre los desacuerdos existentes con la Diputación para transferir la Universidade Popular estaba, según confesó el gobierno local en junta de área, la intención del alcalde, Gonzalo Pérez Jácome, de destinar los locales de la UPO a oficinas, tal y como intentó con la Sala Ángel Valente en su momento o el Museo Municipal. Ese extremo fue rechazado por el ente provincial.

En la misma junta de área, el edil Armando Ojea reconoció que ya se había pedido la baja de la federación de universidades populares, que suponían apenas 300 euros al mes.

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