El alcalde de Ourense, Gonzalo Pérez Jácome, no asume ninguna responsabilidad después de conocer que el Concello tendrá que reintegrar 1,4 millones de euros al Gobierno central por no justificar adecuadamente la primera anualidad de la subvención concedida para reformar la Plaza de Abastos número 1. Lejos de ofrecer alguna explicación sobre por qué se entregaron tarde y mal las alegaciones para intentar retener la ayuda, el regidor insiste en buscar culpables fuera.
“Realmente, el Estado nos la jugó, porque nos animaron a cerrar el tema y una vez adjudicada la obra, si te he visto no me acuerdo”, señaló este domingo el alcalde escondiendo que el Gobierno autorizó en varias ocasiones una prórroga de las anualidades y que ofreció la posibilidad en dos ocasiones de realizar alegaciones, dejando claro el informe de la Abogacía del Estado que el Concello no hizo los deberes en tiempo y forma.
Asimismo, pese a que el Ministerio de Transportes ha dejado claro que no existen vías de recurso para mantener la aportación con cargo al 1,5% cultural, Jácome insiste en que “esperamos ganar en los recursos”, antes de presumir también de la pérdida de la subvención. “DO lo anticipó”, escribió en sus redes jactándose de la noticia confirmada al BNG por el Gobiernon central en una contestación parlamentaria al diputado nacionalista Néstor Rego.
