Ourense

JLO: el concierto que nunca fue

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photo_camera El alcalde, Pérez Jácome, y Jennifer Lopez durante la Superbowl.
Un mánager de humoristas y un intermediario plantearon a Jácome traer a Jennifer López en una operación definida como "inviable" según el sector. El alcalde lo vendió en sus redes sin hablar con sus técnicos ni Xunta. Ahora dice aplazar algo que no existía

Tres días después de anunciar un plan de eventos para el verano, Jácome anunció este jueves que quedaba cancelado todo hasta el San Martiño. Dos meses después de avanzar que Jennifer López "podría estar" en Ourense este año, el alcalde aprovechó ese mismo mensaje para aplazar, en sus redes sociales, uno de sus proyectos: "Jennifer López tendrá que esperar". Convertido en su propio promotor, el alcalde dio en este mensaje nuevos detalles: "El concierto de JLo  en el estadio de O Couto se negociaba para septiembre de 2020". Genio de los virales, Jácome ya tenía su trending topic diario. Con ritmo latino.

Los tiempos

La historia del affaire de Jácome con JLO nace el 11 de febrero. Ese día se reúne en el Concello con el conselleiro de Cultura, Román Rodríguez. Este está esos días de gira por Galicia anunciando el Xacobeo Cidades, un plan de promoción del Año Santo que pretendía llevar –hasta que apareció el coronavirus– a cada urbe gallega un programa con diez focos culturales entre mayo y septiembre. Entre ellos, un festival para bandas locales, danza, teatro... y, además, un espectáculo central. Esto último fue  lo que resaltaron en rueda de prensa en cada ciudad. También en Ourense. Lo bautizaron como "un gran evento cultural". El Concello pondría la logística y espacios, y la Xunta el dinero. Según varias fuentes consultadas, destinaría un presupuesto de unos 200.000 euros  para organizar las actividades en Ourense y, en paralelo, perfilaban la convocatoria de un concurso público para adjudicar una ayuda económica para ese gran evento, que sería un concierto. Para él, según esperaba el sector, irían destinados unos 80 -100.000 euros al agente que presentase la oferta de contratación más atractiva, y que cumpliese una serie de requisitos técnicos. 

 Dos semanas después, el 27 de febrero, Jácome reaparece en Twitter. Lo hace como le gusta a él, con esos golpes de efecto que leyó en los libros del "magical thinking". Anuncia la posibilidad de traer a JLO, dice que "negocia ofertas y programará con el Xacobeo y Diputación" y además saca pecho: " Tendría un coste mínimo para el Concello, que se centraría en la producción". Esta genialidad táctica no fue entendida por muchos ourensanos: la reacción general en sus redes sociales fue, por decirlo suavemente, de una leve desconfianza. No ayudó tampoco que la Xunta de Galicia se desmarcase, limitándose a explicar que no se había hecho ningún trámite. Y la cosa quedó ahí. 

Llegó el coronavirus, y nadie ya se acordaba de JLO y su concierto en Ourense. Tuvo tiempo Jácome de ir a Madrid cuando ya se pedía que no se viajase, volver, ser amonestado en la calle por la Brilat, anunciar una bajada de sueldo que no se podía hacer efectiva, soltar bulos, increpar a ourensanos por las redes sociales o regalar dos contenedores a Cáritas. Y el jueves, 23 de abril, se acordó de Jennifer López. "Tendrá que esperar". Jácome se convertía así en el primer productor que aplaza algo que no existe. Tiene su mérito. Preguntado por el tema, el concejal de Cultura, Mario González, se reafirma. Dice que había negociaciones, que el alcalde "no dijo ninguna mentira", que ahora dependerá de las conversaciones con el Xacobeo –la Xunta horas más tarde volvió a negar cualquier negociación con cualquier artista– y dio otro detalle: "Es una propuesta... que nos la había hecho un intermediario que vino aquí en carnavales". 

Los hechos

González se refiere a una reunión celebrada en el Auditorio municipal. Una empresa coruñesa que representa a humoristas –y que ha  traído a varios de sus representantes a Ourense– y un intermediario de Madrid se sientan con el concejal de Cultura. Están allí también varios técnicos municipales. El intermediario explica que tiene contactos con gente potente y que podría conseguir traer a Jennifer López como ese gran concierto del Xacobeo. No da muchos detalles, más allá de que el Concello tendría que hacerse cargo de la producción. Y hasta aquí se avanzó. Es, solo, una propuesta. El edil se la traslada al alcalde Jácome. Echan cuentas. Tratarán, explican desde el Concello, de convencer a Diputación y Xunta. Pero antes de llegar a hablar con nadie, Jácome, por su cuenta, quiere apuntarse el tanto en sus redes sociales.

Interpelados por los medios, desde la Consellería y Agadic se desmarcan. No sabían nada.  No hay, repiten, nada. Lo que hay es un evidente mosqueo. Para empezar, porque lo único que tenían en Santiago encima de la mesa eran los pliegos sin terminar del concurso para esa producción –un concurso que nunca se terminaría. Ha quedado ya pospuesto para el 2021–. Al día siguiente, 28 de febrero, se entera  el que acercó la propuesta. Estaba fuera de Galicia y no le habían llegado las noticias. Se queda blanco. Le toca avisar al intermediario madrileño. "Si había alguna remota posibilidad, la jodieron ahí", explican fuentes del sector. "Nunca, nunca, nunca, se pude airear algo así. Estas cosas hay que ser muy prudentes. Demostrar que estás capacitado", confirman otro. 

Las cifras

Al margen ya de la negociación que nunca pudo existir porque no llegó a nacer están los números. "Se nota que no son gente del sector. En todo esto hubo mucha ignorancia", vuelve uno de los promotores. Consultados varios profesionales del sector, hay coincidencia en que los números no salen. Basta una búsqueda en Google para comprobar que el caché de Jennifer López supera con holgura el millón de euros. Aún ganando el concurso de la Xunta, a los promotores le quedaría un camino gigantesco para recuperar la inversión. "Es totalmente inviable, el riesgo es gigantesco", apuntan. Y para el Concello, si tuviese que hacerse cargo de la producción, en el sector estiman los costes en, al menos, 400.000 euros. 

Por comparar. Jennifer López solo ha estado en España una vez en la última década. Fue en Fuengirola el año pasado –llegó en dos aviones privados con un equipo de 170 personas–. Las 14.000 entradas que se vendieron se manejaron en unos precios entre los 85 y los 275 euros. El Marenostrum Fuengirola depende del ayuntamiento y el año pasado manejó un prespuesto de inversiones – el festival ha programado a gente como Bob Dylan– de 18,9 millones de euros. Y aún así, para el concierto de JLO –que por cierto, prohibió la entrada a los medios– tuvieron que buscar inversores privados para que fuese rentable. Teniendo en cuenta que la supuesta ubicación del concierto sería en O Couto, y que allí cabrían, siendo muy optimistas, 8.000 personas, ¿cuánto tendrían que valer las entradas para que los promotores recuperasen el millón de euros de inversión? " No veo factible hacer a JLO ni en Vigo. Como mucho, en A Coruña. Nadie arriesga su dinero así". Lástima de coronavirus.

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