La jornada electoral en la provincia

El entroido llegó a la mesa electoral en Xinzo. (Foto: Xesús Fariñas)
Carballiño

‘Os políticos non nos veñen ensinar a bailar’ A xornada electoral non trocou as costumes no Centro Social do Carballiño, recén bautizado como ‘sociocomunitario’ pola Vicepresidencia. É que o domingo toca baile e os maiores non faltan á cita.
CARBALLIÑO

Ás cinco da tarde. Na hora na cal os touros -ou as ‘becerras’saltan á praza e hai que lidar con eles -ou elasnun exercicio aprendido onde a diplomacia é o factor máis importante. E para facer ambiente non hai mellor que xogar ós naipes. Tute, escoba, subastado, o obxectivo é o mesmo: ligar a parella. ‘Vou botar unha partida, porque para bailar aínda hai tempo’, apuntaba Antonio Sánchez, antes de sentarse na mesa.

Os sons de ‘salsa’ xa sonaban dende un equipo de música e unhas seis parellas bailaban no recinto. A meirande parte do cento de persoas que onte acudiu ó fogar social xa exerceu o seu dereito democrático pola mañá. ‘Ás nove e media xa votei na mesa de Brués, no concello de Boborás’, comentou Manuel Rodríguez. ‘Os políticos non nos veñen ensinar a bailar’, dicía Carmen González.

VALDEORRAS

La ambulancia ‘electoral’ no puso la sirena

La jornada electoral discurrió sin alterar excesivamente la actividad normal del Hospital comarcal Valdeorras. El uso de las urnas parece reducirse a los profesionales del establecimiento, pues los pacientes que permanecen ingresados prefieren no hacer uso de su derecho a solicitar una ambulancia para ir a votar.

Este derecho fue apuntado por el director gerente del Hospital, Roberto Rodríguez, quien indicó que el centro aporta una ambulancia ‘si el paciente lo solicita y el médico lo permite’. No obstante, añade que esta petición no suele realizarse.

Esta circunstancia era confirmada en el áreas de Urgencias del Hospital de O Barco, donde un sanitario del servicio de ambulancias aguardaba a que sus servicios fuesen reclamados. Al final, su espera fue en vano, pues los pacientes ingresados descartaron desplazarse para votar.

Los trabajadores también pueden abandonar el Hospital para ir a votar, aunque lo hacen supliéndose los unos a los otros.

XINZO DE LIMIA

La mayoría absoluta es para el meco

La jornada electoral más atípica de la historia de Xinzo se resume en una imagen. A las 16 horas en el centro de la Praza Maior y a pleno funcionamiento una irreverente mesa electoral con presidente y vocales acreditados, cabina para elegir en libertad y el meco como testigo insobornable.

Los candidatos no eran ni Feijóo, ni Touriño, ni Quintana. No había que elegir al futuro presidente de la Xunta, había que ejercer el derecho al voto para designar al rey del carnaval 2009.

La improvisada campa ña había sido protagonizada por sugerentes carteles en los que el inefable ‘Nito’ (que ya lleva unos cuantos entroidos a la espalda) o el ‘Tío Manolo’ reclamaban el apoyo popular.

La juerga, la música y la alta participación marcaron la jornada. Cerca, a 20 metros, en los colegios ‘oficiales’ los votantes acudían a las urnas tarde, cercanas las 17 horas en algunas mesas no había votado ni el 50%. Al final, no podía ser de otra forma, los líderes políticos mordieron el polvo. Don Carnal arrasó en las urnas.

O RIBEIRO

A los emigrantes no les interesan las elecciones

Avión es el único municipio de Galicia en el que la población ausente supera en número a la de residentes. Sin embargo, esta circunstancia que podría poner nervioso a más de un candidato, no alteró en absoluto el desarrollo de la campaña ni la tranquila jornada electoral de ayer, porque muy pocos emigrantes votan. ‘El mayor número fue en unas municipales y no alcanzó las 40 papeletas’, señalaba el alcalde Antonio Montero. Un dato muy significativo, si se tiene en cuenta que el censo exterior se aproxi ma a las 2.000 personas. ‘Ellos están centrados en sus negocios y no les interesan las elecciones’, apuntaba un vecino, mientras otro apuntaba que ‘para votar tienen que desplazarse a grandes distancias y por eso no lo hacen’. Las persianas y puertas cerradas de las impresionantes casas y la ausencia de coches de lujo aparcados en la calle era ayer una prueba más que suficiente de que los emigrantes no han regresado por estas fechas a sus pueblos de origen. La tranquilidad del pueblo se trasladaba a las mesas donde apenas había movimiento.

CELANOVA

Los vecinos de Sabucedo acuden a casa de María

Votar desde casa es, para María Valado y su hijo, Antonio Pérez, mucho más sencillo que cumplimentar todo el papeleo que se exige al votar por correo. Desde hace una década, madre e hijo ceden una de las habitaciones de su casa familiar en Sabucedo para ubicar en ella la mesa electoral C del Concello de Verea. ‘Antes íbase a capitalidade, e como aquí non hai local social, fai uns anos veu o secretario municipal preguntando si podíamos acondicionar unha habitación e ahí están’, relata María Valado señalando el otro lado de la pared de su cocina. ‘Ademáis do que nos dan pola mesa, ao vir votar a xente fainos algo de gasto no bar’, añade Antonio Pérez, quien regenta el único establecimiento de Sabucedo. Los vecinos están más que acostumbrados a ir a votar a la casa de María, al igual que los representantes de las mesas, quienes destacan ‘a comodidade do local, a única pena é que o bar non ten pinchos, pero o café xa no lo serviu o señor Antonio’, coincidían.

MONTERREI

Un cubano muy feliz por cumplir con las urnas

El 3,6 por ciento de la población de Verín es extranjera. No todos tienen derecho al voto de modo que los que sí lo pueden ejercer se consideran ‘privilegiados’. Es el caso del cubano Pedro Leonel, de 62 años, que ayer acudió a votar ‘muy feliz’, decía, por ‘tener la libertad de elegir en un proceso totalmente democrático’. La papeleta en sus manos le trajo a la memoria su país, Cuba, donde ‘tristemente se vota, pero sólo a un partido’, pero también le rea firmó su sentimiento de pertenencia a Verín: ‘ya me siento de aquí’, valoraba, citando que lleva 11 años residiendo en el municipio.

Pero las elecciones fueron ignoradas por los inmigrantes que no pudieron votar. Reneta, una joven búlgara, contaba que ‘si hubiera tenido opción al voto, me habría interesado por el programa para escoger una opción’. La inexistencia de dicha posibilidad le llevó a estar atenta al proceso, ‘pues no se habla de otra cosa’ pero a disfrutar del domingo como un día normal, concluyó.




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