Director del Instituto Divino Maestro

José Antonio Gil Sousa: ‘Nunca debemos utilizar la celebración de las misas como altavoz político’

José Antonio Gil Sousa.
‘Xuntos na misa, ledos na esperanza’ es la campaña que impulsa el Obispado de Ourense para atraer a los fieles a las misas dominicales.
La Iglesia católica ourensana pretende repetir este año la campaña que comenzó en 2008 sobre la recuperación entre sus fieles del sentido del domingo y de la asistencia a la misa dominical. José Antonio Gil Sousa, director del Instituto Teológico Divino Maestro y miembro de la Vicaría de Pastoral, adelante el significado de esta campaña, que se traducirá en unas jornadas que se celebrarán entre los días 19 y 26.

¿Para qué repetir la Campaña del Domingo que el año pasado ya se celebró con el lema ‘Xuntos na misa, ledos na esperanza’?

Porque creemos que es importante volver sobre las cosas y contenidos esenciales. Estamos en una época de profunda descristianización y ello nos obliga a recordar las verdades que encierra el sentido del domingo ya que forma parte de la Nueva Evangelización.

¿Cuál fue el resultado de la del año pasado?


Tras aquellos días, hemos tenido reuniones con distintos sectores para evaluar la participación de la gente, la aceptación y el compromiso y hemos llegado a la conclusión de que ha sido positivo.

¿Va más gente a misa los domingos?


Parece que hizo algún efecto. Pero lo interesante es la participación y el testimonio de los que van para que puedan transmitirlo a los demás.

Con todo hay un hecho claro. En los últimos tiempos los templos están más vacíos los domingos.

Hay distintas causas que lo motivan, sobre todo en la ciudad y villas. Entre otras está la crisis de la vida familiar, la escasa formación cristiana, el cambio en la escala de valores que ahora prima otras citas de ocio como alternativa, y muchas más. Es una sociedad que está en cambio.

¿No será más bien que la Iglesia no hace atractivas las celebraciones?


Efectivamente, es necesario recuperar el sentido festivo de la Eucaristía y promover una mayor participación activa de los laicos.

¿Está en esta línea la homilía del 0bispo el pasado Jueves Santo?


Lo ha resumido muy bien y yo quisiera recoger textualmente su mensaje que ha sido certero: ‘Los sacerdotes tenemos la obligación de explicar las distintas partes de la misa y los fieles están llamados a recibirlas gozosamente’. Y también los seglares deben formarse en la entraña del misterio de la Eucaristía y por ello deben pedir, como decía el obispo, que los sacerdotes les hablen de ella y trabajar por descubrir su contenido. Coincido igualmente en lamentar la ausencia en las misas de jóvenes, niños y matrimonios jóvenes.

¿Cuáles son los objetivos de la campaña para este año?


Se mantiene la misma finalidad: una llamada a la diócesis sobre la importancia del domingo para conocer, celebrar y vivir la fe cristiana en todas sus dimensiones en la vida familiar, contemplación de la naturaleza, encuentro de amistad, sentirse Iglesia. Aunque el centro del domingo es la misa, de ella brotan todas las demás dimensiones. La Iglesia debe explicar mejor la misa dominical.

Existen quienes critican a la Iglesia diciendo que utiliza sus celebraciones para hacer política.

Nunca debe utilizarse la misa como altavoz político. Ahora bien, la palabra de Dios, que debe ser el alma de toda homi lía, ha de iluminar las distintas dimensiones de la persona en su relación con Dios, con los demás, con la naturaleza y con la vida social denunciando las injusticias y transmitiendo los valores del Evangelio.

¿Aunque esto suponga ir en contra de corrientes vigentes?


Efectivamente. La Palabra de Dios no puede estar a merced de las modas. Todo lo que sea denunciar injusticias y propagar valores predicados por Cristo forma parte de la entraña del Evangelio como recuerda con frecuencia el Concilio Vaticano II.

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