Una joven abordó en la mañana a un coche de la Guardia Civil en la calle Progreso de la ciudad, solicitando a los agentes que le ayudaran porque había sido agredida sexualmente en un piso del Xardín do Posío. Los agentes la introdujeron en el Pazo de Xustiza para tomarle declaración al tiempo que alertaban a una ambulancia del 061, que la trasladó al CHOU para realizarle análisis y comprobar si había sido agredida. Mientras, una patrulla localizaba al presunto agresor para tomarle declaración.
Un coche de la Guardia Civil, que dos agentes acaban de aparcar frente al Pazo de Xustiza, fue el referente que encontró una mujer, identificada como I.L.L., de 20 años, para denunciar ayer que había sido agredida sexualmente por un joven en un piso del Jardín do Posío.
Los agentes acudía al Pazo de Xustiza sobre las nueve de la mañana para testificar en un juicio rápido y se encontraron con la joven, que se bajó de un turismo con el que circulaba por la calle del Progreso, solicitándoles que la ayudaran al tiempo que les aseguraba que había sido violada por un hombre al que conocía y sabía donde tenía su domicilio.
Los guardias civiles la introdujeron en una sala policial de las dependencias judiciales, en la que permaneció media hora escasa, lo que tardó una ambulancia del 061, que la trasladó al Complexo Hospitalario de Ourense para realizarle los correspondientes exámenes médicos y comprobar si efectivamente había sido agredida.
Mientras, los agentes localizaban e identificaban al presunto agresor, un joven natural de Colombia, con domicilio en O Posío, con el objetivo de tomarle declaración. El presunto agresor no había sido detenido a última hora de ayer.
De copas
La joven, según pudo saber este periódico, aseguró que el domingo por la noche había salido a divertirse y se encontró con un conocido, con el que estuvo tomando unas copas en los negocios del casco viejo.
La mujer recuerda que salieron de un bar pero, según reco ge la denuncia, después ya no sabe lo qué paso y, cuando volvió a tener conciencia de sí misma, le habían sacado la ropa interior y estaba tendida sobre una cama de un piso de O Posío.
En la misma habitación, estaba el presunto agresor que, según declaró la víctima, estaba semidesnudo y en erección, por lo que la joven sospechó que tenía intenciones de volver a penetrarla.
La mujer logró zafarse y salió corriendo del inmueble y fue a buscar su coche para dirigirse a casa. En el trayecto, se encontró al coche patrulla de la Guardia Civil y solicitó ayuda a los agentes, a los que afirmó que posiblemente le habían dado a beber alguna sustancia que la adormeció.
La Comandancia dio a conocer los hechos al Cuerpo Nacional de Policía para que se encargue de la investigación al pro ducirse el presunto delito dentro de la ciudad.
Los investigadores no confirmaron ayer si la joven había sido realmente agredida sexualmente alegando que había que esperar al resultado de todas las pruebas realizadas en el CHOU.
Los agentes acudía al Pazo de Xustiza sobre las nueve de la mañana para testificar en un juicio rápido y se encontraron con la joven, que se bajó de un turismo con el que circulaba por la calle del Progreso, solicitándoles que la ayudaran al tiempo que les aseguraba que había sido violada por un hombre al que conocía y sabía donde tenía su domicilio.
Los guardias civiles la introdujeron en una sala policial de las dependencias judiciales, en la que permaneció media hora escasa, lo que tardó una ambulancia del 061, que la trasladó al Complexo Hospitalario de Ourense para realizarle los correspondientes exámenes médicos y comprobar si efectivamente había sido agredida.
Mientras, los agentes localizaban e identificaban al presunto agresor, un joven natural de Colombia, con domicilio en O Posío, con el objetivo de tomarle declaración. El presunto agresor no había sido detenido a última hora de ayer.
De copas
La joven, según pudo saber este periódico, aseguró que el domingo por la noche había salido a divertirse y se encontró con un conocido, con el que estuvo tomando unas copas en los negocios del casco viejo.
La mujer recuerda que salieron de un bar pero, según reco ge la denuncia, después ya no sabe lo qué paso y, cuando volvió a tener conciencia de sí misma, le habían sacado la ropa interior y estaba tendida sobre una cama de un piso de O Posío.
En la misma habitación, estaba el presunto agresor que, según declaró la víctima, estaba semidesnudo y en erección, por lo que la joven sospechó que tenía intenciones de volver a penetrarla.
La mujer logró zafarse y salió corriendo del inmueble y fue a buscar su coche para dirigirse a casa. En el trayecto, se encontró al coche patrulla de la Guardia Civil y solicitó ayuda a los agentes, a los que afirmó que posiblemente le habían dado a beber alguna sustancia que la adormeció.
La Comandancia dio a conocer los hechos al Cuerpo Nacional de Policía para que se encargue de la investigación al pro ducirse el presunto delito dentro de la ciudad.
Los investigadores no confirmaron ayer si la joven había sido realmente agredida sexualmente alegando que había que esperar al resultado de todas las pruebas realizadas en el CHOU.
