Tribunales

El joven despedido tras un atropello: “Sentí mucha rabia”

El empresario lo dio de baja a las dos horas, tras ir al CHUO y presuponer que su baja sería larga

Fermín González, de 28 años, el mismo día que el médico le decía que su dolencia pulmonar tenía buen pronóstico recibió la llamada de su abogada, Esther Rojo, para comunicarle otra buena noticia: la sala de lo Social del Tribunal Superior de Xustiza de Galicia (TSXG) estimaba su recurso y anulaba su despido al aplicar por primera vez en España la discriminación por apariencia de discapacidad, condenando a la empresa a la inmediata readmisión, con el abono de los salarios dejados de percibir por el trabajador.

Los magistrados consideran acreditado que un industrial de Ourense con una empresa de reparto de agua vulneró la prohibición de discriminar por apariencia de discapacidad al despedir al empleado el mismo día que sufrió un accidente laboral, tras haberlo visitado en el hospital y comprobar que, aparentemente, sus lesiones no se curarían a corto plazo.

 El joven fue dado de baja de la plantillla a las dos horas de ser atropellado en Ramón Puga el 20 de julio de 2020. Hacía una hora que había comenzado su jornada laboral y, sobre las nueve de la mañana, tras visitar a un cliente para un  reparto de agua y de camino hacia la furgoneta, cruzó  un paso de peatones. En ese momento, un turismo lo embistió y lo proyectó 15 metros. “Volé por el aire, perdí la consciencia  ya me desperté en Urgencias”, explica.

 El empresario, con quien había firmado 15 dísa antes un contratado de seis meses para ejercer de conductor-repartidor, fue a visitarlo al CHUO y mientra recogía las llaves de la furgoneta tuvo palabras tranquilizadoras. “Me preguntó si necesitaba algo y dijo que no me preocupara por nada”, asegura Fermín. Poco después, cuando pretendía saber que mutua le correspondía para la rehabilitación, se enteró que apenas tardó unos minutos en darlo de baja.“Sentí mucha rabia e impotencia (…); no me lo esperaba para nada”, asegura. No sólo había sido víctima de un accidente, ya que cruzaba correctamente por el pasado de peatones, sino que se quedaba sin trabajo y con secuelas. “Fue a verme y, como vio que estaba mal, a las dos horas me dio de baja”, asegura el repartidor. Estuvo cinco días ingresado en el CHUO por contusión pulmonar y fractura de huesos nasales.  Todavía hoy, nueve meses después, sufre secuelas psicológicas, estrés post-traumático. Ahora bien, la buena noticia de la sentencia pionera en España, que admite recurso ante el Tribunal Supremo, “me da fuerza para seguir adelante”. Por ahora sigue de baja pero, según explicó su abogada, aunque hasta ahora el diálogo con la empresa ha sido nulo, habrá que hablar  para ver las condiciones de la readmisión. 

Rojo hizo valer ante el TSXG un directiva de la Unión Europea  del año 2000. “Es pionera porque hace una interpretación un poco diferente; dice que el despido es nulo al entender que hay discriminación  porque en el momento del despido existe una apariencia  de discapacidad, independientemente de la duración de la baja”, explica la letrada.

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