En la trama hay dos taxistas que, según la fiscal, contactaban con mujeres en situación irregular
La Fiscalía ourensana puso la lupa en la última década en 110 matrimonios de conveniencia o falsas parejas de hecho al constatar fraude en uniones determinadas por el deseo de regularizar la situación en España de uno de los contrayentes.
Desde 2008, según aseguran fuentes judiciales, en Ourense se intensificaron las investigaciones de las parejas sospechosas en colaboración con la Policía Nacional, la Brigada Provincial de Extranjería y Documentación de Ourense y el Obispado. En 2013, la Subdelegación del Gobierno también endureció las comprobaciones.
El Juzgado de Instrucción 1 decretó ya el auto de apertura de juicio oral en el caso de una supuesta trama, con siete investigados, entre los que hay dos hermanos taxistas, Antonio e Isidro F.A. Según la fiscal , ambos aprovecharon su trabajo para contactar con mujeres de origen extranjero que se encontraban residiendo en Ourense de forma irregular. En la causa, además de las supuestas beneficiarias, Yanery M.A., Eleuteria C.S. y Ayris M.R., figuran como imputados José Luis T.G. y Ángel F.R.
Consta en las diligencias que la dominicana Yanery en septiembre de 2011 presentó en la Subdelegación del Gobierno una solicitud de residencia aportando un documento que acreditaba que figuraba inscrita como pareja de hecho de Isidro en el Concello de Ourense. El 25 de octubre de ese mismo año, la Subdelegación le concedió la tarjeta de residencia familiar al constar una relación de afectividad con un ciudadano español. No obstante, según dice la fiscal, esto no era cierto ya que en ese momento Isidro tenía una relación sentimental con Eleuteria, también de nacionalidad dominicana. Yanery solicitó la baja como pareja un año después pero solicitó la residencia en virtud de un contrato como empleada de hogar.
La acusación pública considera que la misma artimaña para legalizar su estancia fue empleada por Eleuteria, quien se inscribió como pareja de hecho de José Luis T.G. Posteriormente, canceló la inscripción y presentó un contrato de trabajo como asistenta en el domicilio de Antonio F.A. Según el fiscal, "el contrato no obedecía a la realidad".
La operativa se repitió en el caso de Ayris Magdalena R.R., la verdadera compañera sentimental de Antonio. Se inscribió como pareja de Ángel F.R., un amigo de ambos, constando como domicilio una vivienda de la calle Piñeiral sin licencia de habitabilidad.
Este último inculpado, sin embargo, dice que sí fueron novios y vivieron juntos en aquella casa hasta que su situación económica mejoró. Y, añade, como otras tantas parejas, finalizaron la convivencia por incompatibilidades y discordias entre ambos.
El ministerio público los acusa a todos de un delito de falsedad en documento público (en el caso de Antonio F.A. en concepto de cooperador necesario).
Hasta tres años de prisión
Para los hermanos y la novia de uno de ellos reclama las penas más elevadas al entender que se trata de un delito continuado, tres años de prisión y multa de 12 meses con un cuota de seis euros al día. Para el resto, reduce la petición de condena a un año de prisión y multa de siete meses (seis euros diarios de cuota).
