Técnicos municipales declararon que nunca tuvo licencia para construir
El Juzgado de lo Penal 1 de Ourense acogió ayer un juicio contra el promotor Juan Ángel Iglesias, administrador de la mercantil Promociones y Construcciones Inmobiliarias Seiseme, acusado de un delito de estafa o subsidiariamente de apropiación indebida. No es la primera vez que se sentaba en el banquillo de los acusados puesto que alrededor de 60 familias de toda Galicia también lo denunciaron hace ocho años por haber cobrado adelantos de casas que nunca construyó. En este caso, fue enjuiciado por la querella presentada por otros dos ourensanos supuestamente estafados.
La acusación particular, que representa a esos ourensanos afectados, elevó a definitivas la pena de prisión solicitada para el acusado, cinco años. Entiende, eso sí, que el promotor no tenía intención de construir las viviendas y que su finalidad no era otra que "beneficiarse ilícitamente mediante los desembolsos económicos que pudiese obtener de personas interesadas en adquirir los chalés supuestamente ofertados", explicó la letrada de los querellantes.
Sin embargo, el ministerio público reclamó el sobreseimiento del caso en la vía penal al considerar que se trata de un incumplimiento de contrato que debe dirimirse en la jurisdicción civil; es decir, solicitó la devolución de las cantidades adelantadas a la compra de los chalés pero dijo que "no procede la pena de privación de libertad" para el acusado, como pedía la acusación particular, por entender que "no se trata de ninguna estafa", sino que relacionó lo sucedido con la crisis económica y al bum inmobiliario.
En esa misma línea giró precisamente el testimonio que el constructor esgrimió en la vista oral. "En ningún momento la intención era la estafa", dijo, y apuntó, como ya hizo en otros juicios, que el retraso de las obras se debía a la demora en la respuesta del Concello a su plan urbanístico sectorial, que luego se complicó con la crisis.
Por esa razón fueron citados técnicos municipales, quienes pusieron de manifiesto la inexistencia de licencia que amparase la construcción en el terreno en el que el encausado tenía prevista la urbanización, en A Cabeanca (Ourense). Por el solar cruza el Camino de Santiago y ya hay viviendas preexistentes que sus propietarios nunca contemplaron vender, precisaron.
Fue en 2005 cuando Iglesias inició la publicidad de las viviendas. "Hizo una campaña muy llamativa, en la que incluía maquetas en tres dimensiones y fotografías de viviendas muy atractivas, con muchos lujos y a muy buen precio", explicó la abogada de uno de los afectados. Fue entonces cuando las familias se pusieron en contacto con Seiseme -con sede en Catoira (Pontevedra)- para la compra de las casas unifamiliares.
Azulejos y grifos
Apuntó la letrada en su intervención que "antes de desaparecer por completo, se ponía en contacto con los compradores a través de correo para preguntarles el color de los azulejos de las piscinas o el tipo de grifos, pero cuando empezaron las denuncias no supieron nada más ".
Explicó ayer uno de los denunciantes que "sabemos que la vivienda nunca va a ser construida, después de nueve años lo tenemos asumido. Solo pedimos que se nos devuelva el dinero que adelantamos".
