Los lastres, abandono del rural y poco control social

Casa quemada en Proente (A Merca). El fuego se acerca más a los pueblos (Foto: MIGUEL ÁNGEL)
Año a año, la provincia se ve envuelta en llamas. Tanto la administración como diversos estudios -'España en llamas', de Fundación Civio- hablan de una gran intencionalidad en Ourense que el segundo sitúa en el 84% de los incendios. Esto se ha atribuido a las características de Galicia: desde el minifundismo al uso del fuego como gestor del monte (para eliminar matorral o residuos agrícolas), pasando por la falta de ordenación del territorio. ¿Qué sucede en la provincia?
1.- Abandono del rural. “Cada vez o lume está máis preto das aldeas', dice Xosé Santos, trabajador forestal y portavoz de Amigos da Terra en el Consello Forestal de Galicia, pero 'é porque antes o territorio arredor das aldeas estaba moi humanizado, con hortas, lameiros... Agora todo eso está abandonado e por iso os lumes son cada vez máis intensos e preto das casas'. Esta situación afecta también al control que la sociedad hacía de los incendiarios. 'Agora o que hai nas aldeas é xente maior, que non pode facer ese control. E xa se nos ten dado casos de que o incendiario era precisamente esa persoa que se presta a levar ós veciños ó médico ou axudalos no que faga falta', subraya.

2.- Esclarecimiento. El número de incendiarios detenidos suele ser muy inferior al de fuegos producidos. Según la Policía Autonómica, el año pasado arrestó en la provincia a 20 presuntos incendiarios, muchos de los cuales habían sido negligentes al haber realizado quemas sin autorización. Desde Amigos da Terra se considera que conocer las causas de todos los incendios permitiría actuar sobre ellas e ir reduciendo los fuegos.

3.- Incumplimientos. La legislación obliga, por ejemplo, a que los propietarios de fincas las mantengan limpias. A pesar de que cada vez más alcaldes instan mediante bandos u otros medios al cumplimiento de esta medida, su vigilancia no es exhaustiva y muchas veces queda a expensa de que denuncien otros vecinos. Algo parecido ocurre también con algunas infraestructuras, como carreteras.

4.- Política forestal. Los distintos gobiernos gallegos se han visto superados por el fuego, a pesar de lo cual han continuando incidiendo en la extinción más que en medidas que favorezcan la prevención y permitan obtener un beneficio económico, social y medioambiental del monte.

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