El Penal 2 sentenció ayer con dos años de cárcel a C.A.V. por un delito por estafa continuada, revelación de secretos y falsedad en relación a la estratagema ideada para hacerse con 76 teléfonos móviles de manera gratuita y conseguir dinero en las tiendas de segunda mano. En el mismo fallo, se incluyen seis meses multa con una cuota diaria de tres euros.
El inculpado contrató telefónicamente los terminales utilizando documentación de otras personas, que conseguía, la mayor parte de las veces, en los buzones de los portales a los que a veces accedía como repartidor.
La fiscal en su escrito de calificación señala que el inculpado consiguió cerca de 8.000 euros, vendiendo los móviles que obtuvo de forma fraudulenta.
La actividad ilícita la desplegó entre el 10 de octubre de 2019 y mayo de 2020, aprovechando incluso el periodo del confinamiento domiciliario. Para pedir los aparatos, se valía de los datos que le proporcionaban los recibos de agua, comunicaciones de los bancos o recibos de teléfono. En el operativo desplegado, según recibía los móviles por correo o mensajería, procedía inmediatamente a su venta.
El acusado se conformó con la pena tras la rebaja aplicada por la representante del ministerio fiscal al apreciarle una atenuante de drogadicción. No ingresará en prisión siempre y cuando no delinca en el plazo de cuatro años.
Hackeo de la cuenta
En el mismo juzgado, compareció como acusado Manuel K.M. por otra estafa. Admitió que el 3 de enero de 2019, tras una manipulación informática y con ánimo de enriquecerse de forma ilícita, consiguió realizar una transferencia de 900 euros con las claves de la cuenta bancaria del BBVA de un vecino de O Barco. Empleó el dinero para obtener efectivo (390 euros) y el resto los destinó a los gastos corrientes.
