El experto en rehabilitación cardiaca destaca que "forma física es más importante que la cantidad de actividad física"
Dave Watkins y Felipe Rábano tienen en común que ambos superaron una cardiopatía y, un año después en el caso del primero y algo más en el del segundo, ambos corrieron una maratón. Ellos son sólo dos de los nombres de una larga lista de personas que lograron retomar una intensa actividad física después de un episodio de estas características gracias a la rehabilitación cardiaca. Una cuestión que ayer abordó el director del programa de rehabilitación cardíaca del centro médico Cendisa, Javier Loureiro, en el Centro Cultural de la Diputación en el marco del Foro La Región.
En la conferencia, Loureiro abogó por el ejercicio controlado para los pacientes que se recuperan de un evento cardiovascular. "La forma física es más importante que la cantidad de actividad física para reducir la mortalidad", explicó. Es decir, más allá de la clásica recomendación de caminar, que "es genial y lo utilizamos como entrenamiento de muchos pacientes cardiacos, pero para otros no", Loureiro defendió "un entrenamiento altamente específico", adaptado al estado físico del paciente y a su enfermedad. "No tratamos igual un esguince que una fractura", señaló, poniendo de relieve la contradicción de que, en cambio, se den las mismas recomendaciones al paciente que ha sufrido un infarto que al que se le ha implantado un marcapasos y a un joven que a un octogenario.
Frente a este posicionamiento, la rehabilitación cardiaca realiza un control cardiológico, evalúa el nivel de las condiciones físicas del paciente, la preparación física adecuada y realiza un entrenamiento específico, en el que, a pesar de las creencias generalizadas, no está excluido el levantamiento de pesas -el peso se calcula en función de las características físicas del paciente-.
Según señaló Loureiro, los pacientes que realizan rehabilitación cardiaca "tienen una tasa menor de reinfarto". No obstante, el experto también puso sobre la mesa la escasa implantación que esta recuperación tiene en España, donde sólo el 3% de los pacientes que han sufrido algún evento cardiovascular han realizado rehabilitación cardiaca.
De hecho, en Galicia no existe ningún hospital público que ofrezca este tipo de rehabilitación, a pesar de que ha estado incluida en los dos últimos planes de prioridades sanitarias. Es más, en el último plan, el del periodo comprendido entre 2011 y 2014 "ya no aparece ni mencionada la rehabilitación cardiaca". En la actualidad, es una de las tres comunidades que no dispone de un programa público.
