El matrimonio, muy querido en el ayuntamiento, llevaba más de 48 horas muerto cuando fue hallado

Luis Blanco, ex alcalde de Cartelle, y su esposa fallecen en su vivienda por inhalación de gas

La casa familiar ubicada en el municipio de Cartelle recibió la visita de familiares y amigos. (Foto: Miguel Ángel)
El ex alcalde de Cartelle, Luis Blanco, y su esposa Mercedes Peralta, fallecen en su casa familiar de Cartelle al parecer por la inhalación de monóxido de carbono. Un vecino halló los cuerpos del matrimonio que podrían llevar 48 horas muertos. El funeral por los fallecidos se celebrará hoy, en la iglesia parroquial de Santa María de Cartelle a las cinco de la tarde. Es el segundo caso de muerte por inhalación de monóxido de carbono en la provincia en los últimos tres meses. El pasado mes de noviembre, una pareja de ancianos fallecía en la localidad de Outardepregos, en O Bolo.



La mala combustión del quemador del calentador pudo ser la causante de la muerte por inhalación de monóxido de carbono del matrimonio compuesto por Mercedes Peralta de 80 años y Luis Blanco Soto ‘Chicho’ de 76, ambos vecinos de Cartelle. La fallecida y su marido, el que fue alcalde del municipio hasta 1979 y fundador del equipo de fútbol, fueron hallados sin vida al mediodía por un vecino que, a petición de la hija del matrimonio que vive en Vigo, se acercó hasta la casa al constatar que no respondían al teléfono.

Según los agentes de la Guardia Civil que acudieron al domicilio, una vivienda unifamiliar de dos plantas ubicada en la carretera Barral-Celanova a su paso por Cartelle, ambos cuerpos estaban sentados en la cocina, con la luz y la televisión encendida y ‘podrían llevar muertos 48 horas largas’. Una afirmación que tendrá que ser confirmada tars el análisis de los cadáveres que realizará el forense, pero que coincide con las palabras de la hija de los fallecidos, María Elvira Blanco, quien recordaba cómo trató sin éxito de hablar por teléfono con sus padres el viernes y el sábado. Al parecer, el calentador situado en la cocina (la caldera estaba en el bajo del edificio) pudo ser el causante del fatal desenlace en el transcurso de la tarde-noche del miércoles. ‘Ellos eran personas muy independientes y muy activos, pero la falta de noticias alertó a la hija’, señalaba ayer la alcaldesa de la localidad, María del Carmen Leyte. Los facultativos y agentes que, a las 12.00 horas recibían el aviso de emergencia, no pudieron más que confirmar la muerte del matrimonio.

Los fallecidos eran dos personas muy queridas en el ayuntamiento y así se manifestó durante toda la jornada de ayer, con las constantes visitas de familiares y amigos . ‘Eran unas personas encantadoras y siempre dispuestas a colaborar’, recordaba la alcaldesa del municipio, María del Carmen Leyte. Luis Blanco Soto, natural de Castrelo de Miño, llevaba la mitad de su vida residiendo en Cartelle. Además de director de Caixa Ouren se, desde donde según comentaban los vecinos ayudó a mucha gente a montar un negocio o marchar a la emigración, ‘con dinero de su bolsillo, no sabía decir que no’, Blanco fue alcalde de Cartelle hasta el año 1979. ‘Aunque en 1984 se presentó con la candidatura de Independientes de Cartelle y me metió en política’, recordaba el actual teniente alcalde del concello, Jaime Sousa.

El funeral por los fallecidos se celebrará hoy, en la iglesia parroquial de Santa María de Cartelle a las cinco de la tarde.

EL ÚLTIMO CASO, EN O BOLO HACE TRES MESES

Es el segundo caso de muerte por inhalación de monóxido de carbono en la provincia en los últimos tres meses. El pasado mes de noviembre, una pareja de ancianos fallecía en la localidad de Outardepregos, en O Bolo, por una intoxicación causado por un brasero de leña casero. También el año pasado, el 3 de enero, fallecía un vecino de A Rúa como consecuencia de la inhalación de gas procedente de una estufa de butano que tenía en su casa. El 22 de abril de 2008, un calentador de gas provocó una intoxicación a una mujer de Carballiño y sus hijas, si bien en esta ocasión no hubo que lamentar víctimas mortales. También en la ciudad se produjeron casos similares al ocurrido ayer. En 2006, dos indigentes perdían la vida por inhalar monóxido de carbono procedente de un brasero. Ambos pasaban la noche en una casa en ruinas. Anteriormente habían fallecido por esta causa un matrimonio de Viana, un septuagenario de Toén, un joven de Beariz y tres de Baltar, entre otras víctimas mortales.


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