El menor sólo podrá vivir con su familia los fines de semana

M. ingresa en el centro de A Carballeira

M., el niño con problemas de obesidad que fue entregado voluntariamente por sus padres a principios de mes, abandonó el hospital y fue internado en el centro de protección de menores de A Carballeira. Según el delegado territorial de la Xunta, Rogelio Martínez, el menor podría pasar los fines de semana con su familia. M. permanecía ingresado en el CHOU desde el 1 de diciembre, donde fue sometido a una serie de pruebas médicas, para ser internado en un centro de la Xunta, que ha asumido su tutela.
El acogimiento familiar en los términos que habían planteado los abuelos paternos deberá esperar. El delegado territorial en Ourense, Rogelio Martínez, informó ayer de que el menor con obesidad, cuya tutela fue asumida por la Xunta en el mes de septiembre y que estuvo mes y medio en paradero desconocido, podría residir con sus familiares, en siete días. Pero sólo los fines de semana, ya que un informe del Equipo Técnico do Menor desaconseja que el niño pernocte en el domicilio de los abuelos, muy próximo al de los padres, durante la semana, en aras a no interrumpir la dieta impuesta por los especialistas médicos que los examinaron en el Complexo Hospitalario.

La administración autonómica procedió a su ingreso en el centro de menores de A Carballeira después de que la semana pasada se le realizasen diferentes pruebas médicas y psicológicas en el CHOU con el fin de conocer su estado de salud actual.

Durante la jornada se acercaron hasta el centro algunos familiares del menor con el fin de expresar su apoyo al niño y a la familia, así como su malestar por el ingreso.

Al colegio, el lunes

El delegado territorial de la Xunta en Ourense dijo que el menor se incorporará a partir de este próximo lunes al colegio. ‘Irá al colegio el lunes, y va a comer al centro’, explicó Martínez, y agregó que en el centro escolar al que acudirá, en Manuel Sueiro, ‘tendrá actividades toda la tarde’.

En lo que respecta al régimen de visitas, Martínez aseguró que la familia ‘podrá visitarlo todas las tardes durante una hora’. Además, precisó que ‘no hay ningún problema’ en que resida con sus padres durante los fines de semana. El estado del menor está en estos momentos ‘normalizado’, si bien precisó que es imprescindible su seguimiento para cambiar sus hábitos.

‘No para de llorar’ desde que supo que iba a A Carballeira

El alta hospitalaria de M. fue recibida con satisfacción entre sus familiares hasta que conocieron los pormenores. Contrariamente a lo que creían, el pequeño de 10 años iba a ingresar en el centro al que nunca quisieron que fuera y que, por ese motivo, decidieron ponerlo en paradero oculto cuando la Xunta en octubre pretendió ejecutar la resolución del Servizo de Familia e Menores del 23 de septiembre de este año.

La decisión fue un duro aldabonazo que enseguida encontró críticas airadas en la comunidad gitana, a la que pertenece la familia del menor, a la salida del hospital.

Según fuentes cercanas al niño, la reacción de éste pasó por mostrar una enorme inquietud. ‘No para de llorar’, aseguró el letrado que representa a Luis Montoya y Margarita Gabarres.

Una vecina, que se identificó como María Luisa Sánchez, expresó su enfado ante los medios de comunicación al considerar que ‘el pacto que había era que el niño pudiese convivir con sus abuelos’.

Según dijo, el menor ‘estaba convencido de que se iba a ir con su familia’ y afirmó que nada más conocer la decisión de la Xunta, ‘se vino abajo’.


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