Pese a que el detenido incumplió en cuatro ocasiones el alejamiento, su expareja no quiso declarar
Ingresó en prisión en octubre pasado después de que fuera detenido en cuatro ocasiones en menos de una semana en Vigo por quebrantar la orden de alejamiento de su expareja, a la que no puede acercarse hasta 2019 tras ser condenado por maltrato.
Este hombre, de 49 años y natural de Ourense, Antonio F.A., llegó a ser localizado por los agentes en el interior de la vivienda de su expareja dentro de un armario, o agazapado en la terraza tras descolgarse por el balcón. La mujer aseguró entonces que se lo encontró dentro de la casa y que le había agarrado y amenazado y relató sufrir un calvario. Él por su parte, alegó en su defensa que sólo iba a la vivienda a buscar una cantidad de dinero y negó cualquier amenaza.
El jueves pasado, este hombre fue puesto en libertad y el martes, detenido de nuevo por la Policía Local en el portal del edificio de su ex pareja. Ayer, antes de ser trasladado ante el juzgado de Violencia de Género, fue la víctima quien sorprendió al personal al pedir y reclamar ver al detenido, estar con él porque era, según explicó en las propias dependencias, "el amor de su vida". La situación llegó a ser crítica hasta el punto de intervenir la Policía de los juzgados, quien le explicó que ella era la víctima y no le permitió mantener contacto con el hombre condenado por maltratarla.
Al ser llamada a declarar, se acogió a su derecho a no hacerlo y finalmente abandonó el juzgado, entre llantos. El detenido fue enviado de nuevo a la prisión de A Lama, sólo cinco días después de haber salido por quebrantamiento de condena.
El riesgo de quebrantamiento obligó al juzgado a ordenar su vigilancia.
